¡Vamos, Perú!

¿Estamos entrampados y no podemos destrabar la inversión, ni pública ni privada? Pues parece que sí. Si miramos el nivel de ejecución del presupuesto de los gobiernos, regionales y locales, observaremos que al primer trimestre del año todos se encuentran por debajo del 30%. Por otro lado, la inversión privada se ha incrementado ligeramente, en 0.9% entre marzo del 2018 con respecto al año previo.

Aún no existe un marco jurídico absolutamente claro que dé la señal que necesitan las entidades financieras parar soltar líneas de créditos a empresas privadas que se encarguen de la ejecución de los grandes proyectos de infraestructura que nuestro país necesita para cerrar la brecha que nos impide mejorar la productividad y ser competitivos a largo plazo. Y es que las entidades financieras tienen que mitigar cualquier riesgo a futuro sobre el pago de los créditos que otorguen, pues deben proteger el dinero de los millones de ahorristas que hoy depositan su dinero en las distintas modalidades de ahorro disponibles.

El reto para el ministro de Economía es gigante, pero su experiencia a nivel internacional y su conocida capacidad de escuchar resultan hoy virtudes fundamentales para plantear agendas de trabajo conjuntas entre los sectores público y privado, con hitos y metas de cortísimo plazo. Es cierto que el espacio fiscal está sumamente acotado y que resulta fundamental una reforma tributaria funcional y efectiva, que le genere flujo de caja al Estado, para empezar las reformas de carácter estructural que se requieren para la sostenibilidad del país a largo plazo.

Hoy más que nunca, el trabajo conjunto entre los ministerios de Trabajo, Educación, Salud y Vivienda resulta clave. Si bien al interior del gabinete ministerial existen discrepancias, y esas discusiones pueden contribuir a mirar un mismo problema en todas sus aristas. Y una vez que se tome una decisión debe incluir acciones sectoriales definidas y que vayan en línea para conseguir las metas definidas como prioritarias por el premier y el presidente.

El ciudadano de a pie requiere acciones urgentes y efectivas, y para ello es necesario que el liderazgo de cada ministro baje en cascada a cada una de las autoridades y funcionarios públicos. Pero no queda duda de que los gobernadores regionales y las autoridades municipales juegan un rol preponderante y que los GORES, instaurados por el gobierno de Peruanos por el Kambio, son un mecanismo de coordinación y seguimiento de implementación de políticas públicas que debe continuar.

Nos toca ser optimistas de cara al bicentenario; ser creativos y empáticos, y echar a remar todos en un solo sentido, con el Perú por delante. Los miles de niños y adolescentes que hoy nos miran aprenderán de nuestro ejemplo a construir patria, a pesar de las dificultades y de las diferencias de puntos de vista. ¡Vamos, Perú! Vamos que con cada partido de fútbol de nuestros muchachos renace la esperanza en nuestras corazones de que podemos ser un gran Perú.