Mario Saldaña

Un gran papelón

Un gran papelón
Mario Saldaña
24 de marzo del 2016

Marchas y contramarchas en el proceso electoral

A eso asistimos en estas elecciones. Prácticamente el íntegro de este cuasi frustrado partido hemos tenido a los 22 jugadores, más los suplentes y entrenadores, atiborrados frente a la mesa pero no en la cancha midiendo su supuesta capacidad y calidad. Mientras, la tribuna (que pide muy poco o nada) se entretiene con los pullazos, insultos y acusaciones entre unos y otros sobre quién debe jugar y quién no.

A eso hemos llegado en el Perú. A que nuestros peores males de improvisación, desorganización y falta de instituciones hayan saltado vívidamente al proceso básico de una democracia: organizar con un mínimo orden y predictibilidad unas elecciones.

Escribo esto sin saber aún si Keiko Fujimori saldrá excluida del proceso por decisión del Jurado Especial Lima Centro. Pero en realidad no hace falta saber el resultado. E incluso no es necesario que se trate de ella, PPK, García, Barnechea, Mendoza o los ya defenestrados Guzmán o Acuña. Es el proceso mismo el que está herido por una secuela de decisiones  (o mejor dicho malas decisiones) por la oportunidad en la que fueron tomadas.

Empezando por los cambios aprobados extemporáneamente en el Congreso a la normatividad electoral, que terminaron siendo una fiesta de parches y remedios sin consistencia. Pese a que el JNE solicitó al Legislativo que las modificaciones no entraran en vigencia para el proceso que se venía, la respuesta fue el silencio.

Luego está la tardía convocatoria al proceso por parte del Presidente de la República. ¿Por qué?. Porque le dio la gana de hacerlo a fines de noviembre. Simple. Punto. Así se toman las decisiones en el país.

Si a lo anterior se le suma las lentas, confusas y hasta contradictorias decisiones de las autoridades electorales, tenemos un cocktail de desaguisados que hoy, a 17 días de votar, no sepamos a ciencia cierta si el candidato(a) por el que usted o yo pensamos votar, lo seguirá siendo el 10 de abril. Es más, puede dejar de serlo el 9 de abril. Es más, me he preguntado si el 11 de abril, producto de las tachas o denuncias en curso, alguno de los dos que pasen a segunda vuelta, podrán ejercer esa titularidad.  

Si alguna(s) mente (s) siniestra (s) diseñó (aron) y ejecutó (aron) esto a propósito, mis respetos. Mejor no pudo haberles salido. Ni el mismísimo Vladimiro Montesinos  podría ufanarse de ser autor de este inmenso autogol que no hemos metido. Lo único que queda por delante es recoger nuestra vergüenza y tratar de llegar al 10 de abril con la cara más lavada posible salvando lo poco de legitimidad que aún le queda a este proceso. Y lo digo sobre todo porque en Palacio y seguramente en más de una tienda política, a la que la mayoría de población peruana le ha dado un sonoro portazo en la cara, deben estar cruzando los dedos para postergar estos comicios y para que el “aquí no pasó nada y el borrón y cuenta nueva” se imponga más temprano que tarde.

¡Qué papelón!. ¡Qué vergüenza!

 

Por: Mario Saldaña C.

 
Mario Saldaña
24 de marzo del 2016

NOTICIAS RELACIONADAS >

Coalición o el abismo

Columnas

Coalición o el abismo

  Mucha gente me pregunta si en esta, la última semana de...

28 de diciembre
Negligencia de alto costo

Columnas

Negligencia de alto costo

  El gobierno de PPK pasa por su peor momento. No por acci&oacut...

14 de diciembre
En ruta de colisión

Columnas

En ruta de colisión

Nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición Ayer por la ...

14 de septiembre

COMENTARIOS