Mario Saldaña
Luz verde para Guzmán
Julio Guzmán acaba de ganar la partida en mesa, y ahora sí, todo indica que navega con viento a favor y en aroma de victimización rumbo a la segunda vuelta. La decisión del JEE es, a mi juicio, no solo discriminatoria frente a sus similares y equivocada (el darle OK a la subsanación de gruesos errores y ausencias flagrantes -además de fuera del plazo de ley- en el cumplimiento de condiciones básicas para la designación de candidatos dentro de la organización Todos por el Perú) sino que sienta un grave precedente para casos similares.
Como explicó hace unos días el abogado César Azabache en El Comercio, estaríamos ante una interpretación y aplicación especialísima de la ley electoral. Una suerte de inaplicabilidad de la norma general para un caso particular amparándose en una supuesta primacía del derecho constitucional a ser elegido.
Con esta decisión, y pensando a futuro, las “subsanaciones” ulteriores deberán ser aceptadas así los plazos hayan fenecido y se podrán convalidar nulidades y falta de requisitos sólo preguntándole a la gente que participó en actos colectivos (asambleas o votaciones) si “era ese el sentido de su decisión” y presentando documentos que el resto de organizaciones si entregó bien y a tiempo.
Hasta ahí lo legal. Pero en lo político y lo electoral Guzmán ha recibido un empujón a su favor del que han adolecido sus contendores. Veremos qué dice mañana CPI y luego GFK, pero si esta telenovela de “Guzmán va o no va” continúa dos semanas más, en medio de toda la atención de los medios de comunicación, pronto debe estar pisándole los talones a Keiko Fujimori. Publicidad gratis.
Así, el líder de la ola morada podría convertirse en el primer presidente del Perú, ciertamente que entre varias causas más, gracias al “invalorable” auspicio del JNE, sea porque contribuyó a su victimización o a aumentar su popularidad por el tiempo que se tomó (quince días) en resolver su inscripción.
Estamos sin embargo a 6 semanas de la primera vuelta, y marzo podría traer más cambios que los que uno imagina. Los principales ataques a Guzmán vendrán de parte de quienes señalan que es un “gallo de tapada” de los actuales inquilinos de Palacio.
El sábado último Nadine Heredia les dio en la yema del gusto saliendo a defender al líder de TPP. A versión de parte relevo de prueba pese a que luego “la jefa” intentó corregir lo que dijo. Incluso el propio Daniel Abugattas tuvo que “cuadrar” a su líder por tremendo desaguisado. Muestra, dicho sea de paso, de que es cero el respaldo que Urresti viene recibiendo de Palacio.
El otro gran filón que tendrá que abordar Guzmán es la hasta ahora evidente ausencia de equipo para la gestión pública que muestra y aclarar con solvencia las contradicciones en las que ha incurrido.
Su gran activo, ciertamente, será el poder instalarse en el “centro” del espectro político, como la alternativa “nueva” y “fresca” que la gran mayoría de peruanos espera, y acaso lo más potente, en el mejor vehículo antifujimorista para la segunda vuelta.
Si Guzmán logra éxito en esto último quizá ni sea necesaria una nueva “garantía” de Vargas Llosa cuando nos visite (con lo cual solo vendrá a hacer turismo con su famosa pareja) y probablemente Ollanta y Nadine suspiren y rían.
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