La impunidad, mal negocio

Sobre la decisión de Nadine Heredia de impedir la investigación fiscal de sus ingresos.

Nadine Heredia ha salido librada de una investigación fiscal pero ello no pasa de ser un “mientras tanto”; es un pendiente por el que más temprano que tarde ella, e indirectamente su esposo, tendrán que responder.

Como Presidenta del partido de Gobierno, y en la práctica cogobernante, lo correcto, lo sano, lo transparente, era que rindiera cuentas en forma exhaustiva de aquello, que según ella, no encierra nada turbio ni ilegal. Pero no. Ha preferido la huida inmediata para, aparentemente, evitarle un pasivo más a la actual gestión.

El problema es que logra lo contrario. No solo porque las explicaciones que ha brindado su abogado son inconvincentes, sino que además caen en la opacidad, la insensatez y la contradicción.

Aquello que Heredia pretendía vender como “acoso” o “persecución” pronto se ha de tornar en propósito de impunidad frente a lógicos pedidos de justificación de transferencias de dineros y gastos que, hoy por hoy, no ha podido evidenciar en lo absoluto.

Tal situación, como decía, le agrega un severo pasivo a su Gobierno, que se suma a esa espada de Damocles, a ese reloj de arena, llamado Martín Belaúnde Lossio, tomando en cuenta sus últimas y amenazantes afirmaciones, que  también podrían ser el punto de partida para una negociación en búsqueda de impunidad.

Y es un gran pasivo más por la oportunidad en que ocurren las cosas. Con un Gabinete que clama por facultades en dos ámbitos cruciales (reactivación económica y lucha contra la inseguridad), y con el oficialismo ad portas de perder el control de la Mesa Directiva del Congreso.

En este nuevo contexto, será difícil en extremo que el oficialismo mantenga el control, más ahora que las grietas entre los aún “leales” a Palacio ya se dejan ver, sobre todo en comisiones claves como Presupuesto y Fiscalización. Y eso, sin descartar que ahora, tras el Habeas Corpus salvador de Nadine, se insista en la creación de un grupo parlamentario especial que investigue su situación personal y los aportes de campaña del nacionalismo del año 2011, que ya han motivado que la Fiscalía de Lavado de Activos haya declarado el caso como complejo por un desbalance más de 11 millones de soles y por las contribuciones de mineros ilegales.

Incluso, nada obsta para que, en aras de no golpear más a la gobernabilidad, la oposición entregue facultades legislativas sabiendo que es poco lo que se puede esperar de este precoz “pato rengo” en que se ha convertido el gobierno humalista. Pero ello no impide que pueda obtener (si logra la concertación de votos suficientes, claro está, aunque la fragmentación y los apetitos personales la pueden frustrar) un mayor peso de control y fiscalización este último año.

Una Heredia con vocación de estadista, de haber tenido las cosas claras y ordenadas, hubiera convertido esta crisis en una oportunidad para afianzarse. Pero no, ha abierto paso a esta sensación de impunidad, que es el peor de los negocios en el que ha incurrido.

 

Por Mario Saldaña C. (@msaldanac)

11 – Jun – 2015