Uri Landman
Francke, el Rojo
Aumento de impuestos ahuyenta a la inversión
La semana pasada el ministro de Economía, Pedro Francke, presentó ante el Congreso el Proyecto de Ley 583-2021-PE, solicitando la delegación de la facultad, para legislar por el término de 120 días calendarios en materia tributaria, fiscal, financiera y de reactivación económica. He leído el proyecto de ley presentado y escuché a Francke en su conferencia de prensa. Debo decirle al ministro que su ideología izquierdista desincentiva y ahuyenta la inversión del país, opuesto a lo que necesita el Perú.
Lejos de buscar reformas a través de mecanismos innovadores que permitan aumentar la base tributaria, y por ese lado aumentar la recaudación total, recurre al facilismo, proponiendo aumentar los impuestos a los que ya pagan y que según él, son el 0.5 % de los contribuyentes.
Sr. Francke: deje su envidia y resentimiento de lado y póngase a trabajar por el país. Usted dice que le “pica el ojo” y le “hinca el hígado” ver carros de US$ 150,000 o US$ 200,000, pero le recuerdo que las naciones exitosas han crecido en base a la creación de riqueza por parte de sus ciudadanos, y no a la distribución de la pobreza como pretenden los comunistas.
Como empresario e hijo de un empresario, que por años importó vehículos al país, puedo hablar con conocimiento de causa al afirmar que esas personas que manejan vehículos de 150 ó 200 mil dólares están contribuyendo a generar inversión, puestos de trabajo y que pagan sus impuestos al gobierno. En lugar de castigarlos deberían premiarlos.
Usemos como ejemplo a James, un exitoso empresario, dueño de una cadena de restaurantes que da trabajo a más de cien personas, todas en planilla. Paga miles de soles en impuesto a la renta por su empresa, impuesto predial, arbitrios por todos sus locales, paga licencia por la publicidad en sus locales y cumple con todas las normas que le exigen todas las autoridades del Estado, que no lo ven como aliado en la creación de riqueza, sino como enemigo.
Después de muchos años de trabajo y esfuerzo James decide comprarse un Aston Martin DB11 a un valor de US$ 200,000. Cuando el ministro Francke ve el auto en las calles, piensa en cómo sacarle más dinero a James para la burocracia del Estado, y no reflexiona sobre los beneficios que ese auto ha traído al país. La cadena de valor involucrada en la venta de uno de estos vehículos es muy larga.
El distribuidor de Aston Martin en Perú, gastó miles de dólares en su local. Pagó miles de soles en impuestos, licencias y contribuciones sociales. Contrató una agencia de transporte ya que los autos son importados y una agencia de aduanas para el proceso: más puestos de trabajo creados. Y no olvidemos que James tiene que pagar impuesto vehicular los tres primeros años por su vehículo (1% del valor), gastar en seguros, combustible, mantenimiento y una larga lista de gastos que mueven la economía del país, mediante la inversión y creación de más puestos de trabajo.
En el país solo un 15% de contribuyentes paga impuestos y mantiene al Estado, dado que la gran mayoría de nuestra economía es informal. Lejos de generar formalidad, las políticas tributarias que quiere implementar el ministro Francke, van en la dirección opuesta.
La experiencia en países desarrollados ha demostrado que mientras más bajos y simples sean los impuestos, mayor será la base de contribuyentes, lo que a la larga incrementará la recaudación fiscal. ¿Por qué será que los comunistas no pueden entender nociones de economía tan simples y se dejen llevar por su envidia y resentimiento?
Desde aquí le pido al Congreso que no le otorgue las facultades al Ejecutivo en materia tributaria. Como decía la dama de hierro Margareth Thatcher: “Cuanto más grande es la porción que toma el gobierno, más pequeño es el pastel disponible para todos”.
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