Fortaleciendo la democracia

Como si el discurrir de la política se tratase de entretenimientos, día tras día nos invaden las noticias de la “lucha interna” al interior del partido de gobierno: si es Vladimir o Pedro el que tiene la mejor correlación de fuerzas, si sus “oportusocios” avalan una u otra “posición”, si tal o cual ministro es más radical que otro. Mientras ello ocurre, la ocupación de las principales instancias de control estatal avanzan con prisa y al interior del país se incrementa de manera acelerada la campaña de recojo de firmas por el cambio de la Constitución. Acciones que evidencian el uso estratégico de la distracción por parte del extremismo para afianzar sus orientaciones ideológicas y programáticas, intentando despistar a la oposición.

Sin embargo, en estas pretensiones no todo es color de rosa, puesto que, al haberse iniciado la campaña electoral para los gobiernos regionales y locales, muchas organizaciones políticas, avivando la lucha por el afianzamiento de la democracia, han ingresado en un periodo de reordenamiento, reconstrucción o renacimiento, trazándose como objetivo, tras mirar a futuro, acceder a la conducción de esos niveles de gobierno. Un ejemplo de ello lo constituye el Partido Frente de la Esperanza, comprometido con la democracia y de claro rechazo a toda forma de totalitarismo incompatible con la libertad. Una mirada al ideario de esta organización (liderada por Fernando Olivera), permite entender su idea de Frente cuando invita a sumar fuerzas, al asentar: “porque todos tenemos el deber de derrotar ese inhumano y excluyente sistema de injusticia y desigualdad social que, con su poder absoluto, condena a millones de peruanos a una miserable supervivencia al negar oportunidades de una vida digna”, afirmando el respeto a todas las creencias religiosas, asegurando la libertad de pensamiento, opinión e información; marcando sí, distancia al subrayar: “Solo están excluidos los corruptos, mercantilistas, injustos, abusivos, racistas, farsantes y cómplices del sistema de corrupción”. 

Algo que destaca es su clara ubicación en el acontecer político y ciertamente en la actual coyuntura al considerarse un partido Centro Reformista: “porque el Perú no es de izquierdas ni de derechas, el compromiso con el Perú es deber de todos; y todos debemos aportar lo más y mejor que el rescate de la Patria nos lo demande… porque repudiamos los fundamentalismos y extremismos políticos y respetamos el pluralismo ideológico… porque creemos en el urgente cambio político, económico y social con reformas constitucionales, legales y buen gobierno”. Convocatoria o propuesta que amerita ser valorada, rompiendo las ataduras de la subjetividad, dado que los partidos políticos son organizaciones que se fundan para impulsar la participación de los ciudadanos en la vida democrática y hacer posible el acceso al ejercicio del poder público de acuerdo con sus programas, principios e ideas que postulan.

Los peruanos al estar distanciándonos cada vez más de los aspectos morales en el quehacer político, debemos entender que es un deber intervenir en las distintas esferas de la vida pública con un accionar organizado, siendo la militancia o cercanía a ella un primer paso en el ejercicio responsable de nuestra ciudadanía; para lo cual es menester informarnos sobre los diversos planteamientos políticos asumiendo críticamente opiniones y posiciones en el marco de aportar al bien común. Los llamados a esta tarea de realización personal y colectiva para fortalecer la democracia somos todos, en especial los jóvenes.