Mario Saldaña
6,500 millones de razones
¿A quiénes en Chile les interesa que sigan abiertos los diferendos con los vecinos?
Cuando en días pasados varios pedimos un manejo profesional de la crisis diplomática con Chile, desatada por un nuevo y probado caso de espionaje, fuimos criticados por oficialistas, ayayeros y antichilenos convictos y confesos, por una supuesta tibieza y antipatriotismo. Felizmente Palacio de Gobierno ha cambiado de estrategia: de la vocinglería populista inicial pasó a la sensatez y el asunto va hoy por los canales que el sentido común aconseja.
Dado que estamos hablando de los intereses del Estado peruano (no del Gobierno), y el problema está en el ámbito de la política internacional, el sentido común parte de una base esencial: la realpolitik.
Un observador neutro podría romperse la cabeza sin llegar a entender cómo un país como Chile, con 13 mil millones de dólares de stock de inversión en el Perú, que ha cerrado a través del proceso de La Haya un capítulo limítrofe pendiente, muy integrado en tránsito de bienes y servicios con Tacna, y cuya complementariedad económica y comercial con el Perú en la Alianza del Pacífico y en la APEC es totalmente prometedora, pueda “abrir” un nuevo capítulo de disonancias con el “triángulo terrestre” (vía una interpretación que pocos juristas chilenos serios podrían hacer suya), y no cerrar de inmediato este caso de espionaje a través de unas disculpas oficiales y una promesa de NO repetir esa ofensa.
La respuesta no está en la ausencia de buenas intenciones de los inversionistas chilenos ni en la buena o mala fe de la mayoría de su clase política. La respuesta está en la Realpolitik y más precisamente en el dinero. Tal cual. O como dirían mis amigos economistas, en los incentivos (en este caso perversos) que crea la llamada “Ley Reservada del Cobre” (13196). Recomiendo leer este artículo (http://www.gatoencerrado.net/store/noticias/88/88434/detalle.htm), que contiene mayores detalles y cifras.
Esta norma, modificada por Pinochet antes de dejar el poder, elevó el aporte que desde años atrás hacía la empresa estatal CODELCO a las FFAA para su modernización y equipamiento, del 15% de sus utilidades al 10% del total de sus ingresos por exportaciones. O sea una millonada de plata.
Producto del alza del precio del cobre en los últimos 10 años CODELCO ha transferido a las FF.AA. US$ 11,726. Desde el 2011, esas transferencias son a razón, aproximadamente, de US$. 1,200 millones anuales. De este total (según analistas chilenos) se ha gastado el 55%, con lo cual, habría un fondo no usado de US$ 5,254 para adquirir más equipos y armamento, al que habría que sumarle otros US$ 1,200 millones del 2014, lo que harían un total de unos US$ 6,454 MM. Dinero, que dicho sea de paso, no revierte a la caja del ministerio de Hacienda sino que tendría que gastarse “si o si”.
¿Qué tendría que pasar para Chile gaste ese monto o parte de él? Un desastre natural o una amenaza externa latente. El Perú dejó de ser una amenaza con la firma del fallo de La Haya. ¿Bolivia lo sigue siendo?. Ahora sabe usted, estimado lector, a quienes en Chile les puede interesar que no se cierren los temas pendientes con los vecinos.
Por Mario Saldaña
12 - Mar - 2015
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