Los antimineros preparan otro bulo

Una organización no gubernamental dedicada a la promoción de acciones contra las inversiones mineras ha anunciado que realizará un evento en el que se "evaluará" los protocolos sanitarios que se exigen a las empresas mineras. Sin lugar a dudas esto será el inicio de una nueva ola de protestas, sobre todo en el denominado Corredor Vial del sur. ¿A qué nos referimos? Veamos.

Como lo hemos venido señalando desde este medio, hoy el sector antiminero pretende paralizar las inversiones y las unidades mineras utilizando un nuevo muñeco: las empresas mineras propagan el Covid-19 en las comunidades donde se desarrollan. Tremendo bulo que forma parte de una nueva estrategia, junto con otros argumentos, para paralizar las inversiones mineras. 

Como decíamos, una organización no gubernamental –Derechos Humanos Sin Fronteras– prepara un evento en el que participarán líderes sociales, indígenas y abogados. Sin duda ello está muy bien; no obstante, no han convocado a ningún experto en epidemiología, médico o especialista en enfermedades respiratorias. Únicamente participan líderes sociales conocidos por animar sendas protestas contra las inversiones mineras y abogados que se han dedicado a la defensa de supuestos “luchadores sociales”, pero ninguno de ellos es especialista en protocolos sanitarios.

Al día de hoy las empresas mineras siguen aplicando rigurosos protocolos sanitarios exigidos por los ministerios de Salud y de la Producción. De no seguir paso a paso estos protocolos, la empresa minera corre el riesgo de sanción y cierre de sus operaciones. De allí que todas las empresas mineras están hoy obligadas a que sus trabajadores pasen por dos pruebas de Covid-19 y, además, deben desarrollar una cuarentena de 15 días antes de subir a un campamento minero. No solo los buses de transporte minero deben ir a una capacidad limitada de 50%, también deben ser evaluados por el Ministerio de Transporte y por la Direcciones Regionales de Salud de las regiones donde operan. Y por si fuese poco, están obligados a enviar reportes diarios al Ministerio de Salud.

Sin embargo, hoy el movimiento antiminero está asustando a las poblaciones con la mentira de que los trabajadores mineros foráneos llegan a diseminar la pandemia y que no cumplen ningún protocolo. El movimiento antimineros ha encontrado, pues, otro argumento para generar pánicos infundados, y pretenden bloquear inversiones mineras. Todo vale, cómo se dice.

Así, en Espinar o Chumbivilcas o Arequipa y Moquegua se repite la misma monserga: "el Covid-19 se intensifica porque trabajadores foráneos lo traen y las empresas mineras no cumplen los protocolos". En el colmo de la situación, por ejemplo, en Arequipa los antimineros han llegado a expulsar del valle de Tambo a los dos camiones de Southern que desinfectan las calles,y en Espinar se ha rechazado a los equipos y ambulancias enviados para luchar contra el Covid-19.

Sin duda los antimineros no descansan, y ahora desarrollan una nueva estrategia para liquidar las inversiones mineras. Y justamente cuando el Perú necesita de la minería para superar la recesión y evitar que la pobreza siga aumentando.