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El Congreso de la República ha aprobado la reforma constitucional que establece la bicameralidad; de esta manera, en las próximas elecciones nacionales los más de 24 millones de electores del Perú elegirán un Senado y una cámara de diputados. En este portal lo hemos señalado más de una vez: la mencionada reforma permitirá perfeccionar el sistema de equilibrio de poderes (superando la disyuntiva entre vacancia presidencial y disolución del Legislativo), y por otro lado, posibilitará mejorar la representación electoral en el país.
Sin embargo, todo dependerá de las reformas a la legislación electoral y las mejoras en el sistema de representación. Una de las preguntas que surge al respecto tiene que ver con la representación de Lima. Metropolitana porque esta región cuenta con más de 7.5 millones de electores. Para entender la magnitud de la concentración de población electoral limeña vale señalar que las únicas regiones con más de un millón de electores son La Libertad (1.4 millones) y Piura (también 1.4 millones).
La cantidad de electores de Lima Metropolitana, pues, obliga a repensar el sistema de representación frente a la existencia de un Congreso bicameral. En la capital distritos como San Juan de Lurigancho tienen mayor número de electores que muchas regiones. E, igualmente, distritos escasamente poblados como La Molina superan en número de electores a otras regiones.
Por otro lado, vale señalar que Lima Metropolitana, como fenómeno económico y social, suele convocar adhesiones y rechazos debido al asfixiante centralismo del Estado –no de la economía que se ha descentralizado significativamente a través de las inversiones mineras y en agroexportaciones– con respecto al poder político y la toma de decisiones. Algo que debe cambiar con la reforma de la propia descentralización. Sin embargo, lo que no se debe olvidar es que la capital es la principal ciudad andina del país, en donde se concentra la mayor cantidad de migraciones y aportes culturales de los Andes. Asimismo, Lima es la suma de todos los mestizajes y la peruanidad que se construye y, sobre todo, representa al mundo emergente, al capitalismo popular andino y cosmopolita. En resumidas cuentas, pese a todos sus problemas, Lima es el crisol donde se fragua el futuro del país y de la peruanidad.
Por todas estas consideraciones, negarse a imaginar una mejora en el sistema de representación de los limeños es un grave error. En ese sentido es necesario considerar las propuestas de diversos sectores que plantean que en la nueva legislación electoral, que organizará las elecciones del Congreso bicameral, se considere la creación de las circunscripciones de Lima Norte, Lima Sur, Lima Este y Lima Centro, mediante las cuales los limeños busquen la representación en las dos cámaras que se instalarán a partir del 2026.
En cualquier circunstancia las bancas legislativas y el Congreso deberían empezar a discutir este problema acuciante para superar la falta de representatividad que caracteriza a la actual crisis política e institucional.
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