¿A qué hora renuncia Vicente Zeballos?

La jurista Beatriz Merino, ex defensora del Pueblo, se ha preguntado —en una entrevista televisada— por qué el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, no renuncia luego de sus más que desatinadas declaraciones acerca de la posibilidad del regreso del Estado empresario y la necesidad de desarrollar “sectores estratégicos” en la economía y una línea aérea estatal. En su argumentación la ex defensora del Pueblo señala que en las elecciones del 2016 ni el programa de Peruanos por el Kambio ni el de Fuerza Popular contemplaban siquiera la posibilidad del Estado empresario. En este contexto este portal —al igual que la señora Merino— se pregunta ¿a qué hora renuncia el ministro Zeballos? ¿Qué esperan el presidente Vizcarra y el jefe del Gabinete, Salvador del Solar, para retirarlo de la responsabilidad? ¿O los peruanos elegimos a Vizcarra con un programa que nunca conocimos?

Las desatinadas declaraciones de Zeballos se conocieron horas antes de que la revista The Economist revelara una bomba nuclear que afecta a la economía: en el primer trimestre del 2019 el PBI había decrecido en 5.3%. El terremoto fue devastador porque, en el acto, se vislumbraron las consecuencias de la guerra política con las posibilidades de la economía. Si bien nuestros periodistas locales quisieron bajar la noticia, señalando que no se puede comparar el primer trimestre de este año con el último del 2018, por los factores de estacionalidad, ¿alguien cree que The Economist no va a considerar la estacionalidad de la economía para hacer sus comparaciones? Si a esto le sumamos que la tasa de crecimiento de la inversión privada está en una línea descendente desde el 2014, ¿acaso se puede dudar de que la economía nacional ya ha ingresado a una etapa crítica, por decir lo menos?

De allí la enorme importancia de que el Ejecutivo envíe una señal a los mercados, relevando del cargo a Zeballos. Peor aún cuando el titular de Justicia y sus asesores —algunos cuestionados por sus vínculos con el marxismo más devastador— promulgaron un “Protocolo para los defensores de los Derechos Humanos en el Perú”. Considerando que los defensores de DD.HH. en el país se han convertido en sinónimo de ONG marxistas, de activistas que respaldan a los sectores antimineros que ejercen violencia para detener las inversiones, ¿cómo así Zeballos puede mantenerse en el cargo? La única explicación de esta situación tiene que ver con la artificial guerra Ejecutivo-Legislativo que promueve el presidente Vizcarra, alentado por los medios tradicionales.

Un ejemplo de esta incoherencia: el Ejecutivo debe decidir antes de agosto si entrega o no la licencia de construcción al proyecto Tía María. Las dudas de la administración Vizcarra tienen que ver con la posibilidad de que se desate un conflicto. En este contexto, ¿alguien se imagina los argumentos de Zeballos sobre el tema en el Gabinete? No se necesita ser adivino para imaginar cómo son las cosas, sobre todo considerando que Zeballos ha solicitado al Poder Judicial y el Ministerio Público un trato especial para los activistas antimineros acusados de violentar la ley en las zonas mineras.

La cosa es grave. Poco a poco se están paralizando los círculos virtuosos que convirtieron a la economía peruana en el milagro de los países emergentes. Un proceso de expansión económica que logró triplicar el PBI, reducir la pobreza del 60% de la población a solo 20%, y expandir a las clases medias como nunca antes en la historia republicana. Por si hay dudas sobre el papel de la inversión privada y de los mercados, vale recordar que todos los estudios de los organismos multilaterales señalan que del total de reducción de pobreza que se materializó en el Perú, el 75% corresponde al aporte privado, en tanto solo el 25% es contribución del Estado y las políticas asistenciales de las ONG. ¿Cómo, pues, en la administración Vizcarra se puede contemplar indiferente la destrucción del mejor ciclo económico y social de la historia del Perú?