Una labor a la luz de la plata

Como institución nació en 1995, con la ilusión de promover el mayor uso de la plata en la labor creadora de los artistas y orfebres. Ya por entonces el uso de este metal había decaído en ese sector, y algunas técnicas tradicionales y únicas (como la filigrana), parecían destinadas a desaparecer. Desde entonces, y con ánimos siempre renovados, empezó la labor de diseñar un Concurso Nacional no solo para estimular la creación, el diseño y el trabajo orfebre, sino también para relievar la calidad del producto final y estimular la producción.

Se había verificado que, con mucha dificultad, nuestros orfebres alcanzaban a elaborar pequeñas piezas de joyería que muchas veces se refundían, perjudicando al artífice y empobreciendo el material. Ante esa llamada de alerta el Patronato Plata del Perú inició una labor titánica de identificar y registrar a los orfebres a nivel nacional, caminando pueblo por pueblo y haciéndoles conocer la voluntad de promover su trabajo, ayudar en la mejora de sus productos terminados y propiciar un nuevo mercado. Nos resistíamos a echar al olvido el brillante pasado orfebre que enorgullece a nuestra patria.

Fue así que en 1997 se convocó al Primer Concurso Nacional Plata del Perú. Y desde esa fecha, esta actividad ha sido ininterrumpida y con una férrea voluntad de seguir en este empeño, llevándolo a casi a todos los rincones del país. Ya se ha realizado en Piura, La Libertad, Cajamarca, Lambayeque, Áncash, Junín, Cusco, Arequipa, Tacna, Moquegua y varias veces en Lima; como este año, en que será en nuestra ciudad la versión 23º de este esfuerzo que llena de orgullo y alegría a quienes lo llevan a cabo. Y que motiva sueños y esperanzas en los participantes.

El Patronato Plata del Perú realiza sus actividades gracias al apoyo generoso de empresas del sector minero y tiene como socio estratégico a Interbank. Pero el esfuerzo es de los artífices y creadores, de aquellos que vieron en la labor del Patronato Plata del Perú un rayo de luz y pusieron su confianza —jamás defraudada— en una entidad que hace ya casi tres décadas vive dedicada a la promoción y al reconocimiento de la labor de los artistas orfebres.

En 23 años de labor ininterrumpida y descentralizada, son cientos lod orfebres que han participado en el Concurso Nacional, y que han visto su arte reconocido y premiado. Enorgullece saber que estamos ya ante una tercera y joven generación de plateros que, lejos de querer abandonar el oficio, se sienten estimulados a participar; tanto de manera individual como agrupados, lo que significa que varios trabajan conjuntamente, aportando su saber y su arte en una sola y hermosa pieza.

En estos 23 años se ha contado siempre con la participación de un jurado calificador de la más alta calidad personal y profesional. Siete personas conforman cada año el equipo responsable de observar, apreciar y valorar cada pieza en su propio contexto y técnica o categoría, para realizar la selección final de aquellas obras de arte, cargadas de tradición y belleza, que serán las finalistas y, por lo tanto, merecedoras del premio en efectivo y en plata en granalla. Expertos nacionales y extranjeros han integrado el jurado y han aportado una exquisita visión; muchos de ellos son testigos de cómo, año a año, se recibe piezas que encierran una labor creativa importante, un diseño innovador, una técnica perfecta y una propuesta que va marcando el ritmo de la orfebrería peruana.

Imposible concluir sin una palabra de reconocimiento a Roberto Persivale, quien fue el motor del inicio del Concurso Nacional. Y un recuerdo entrañable al Ing. Alberto Benavides de la Quintana, a cuya sombra generosa y paternal se inició el Patronato Plata del Perú. A ellos, recuerdo y gratitud.