Manuel Gago

La ola celeste

Propone reducir la burocracia y modernizar el Estado

La ola celeste
Manuel Gago
21 de febrero del 2021


La candidatura de Hernando de Soto, ideal para electores con mayor entendimiento, demora en levantar vuelo. Keiko Fujimori llegaría a la segunda vuelta de las elecciones de abril, pero de allí no pasa. Hasta perdería con Abimael Guzmán. Ha sido marcada por el demencial voto antifujimorista. El marxismo lavó el cerebro de los peruanos maleables y despistados, acumuladores de odios e incapaces de separar el trigo de la paja. 

George Forsyth no da fuego, cae. ¡No conoce de infraestructura! Sideralmente opuesto a de Soto, solo cuenta con una limitada experiencia como alcalde. Pero el distrito de La Victoria no es el Perú. Preguntémosle a Rafael Belaunde cómo se hace para conocer el país. Treinta años atrás lo vi en la puna, explorando riquezas naturales cuando Sendero Luminoso explotaba coches bombas y organizaba paros armados con el fin de reducir a la población. No se intimidó con el “quédate en casa” del senderismo. 

Según encuestas, Johnny Lescano sube. Si gana, otro quinquenio perdido, y hasta peor. Vi al puneño en el Congreso de la República con esa flema de gamonal insoportable, cacique estancado en el siglo antepasado. Algo que solo existe en el Perú. Un día, la masa sale a las calles contra Manuel Merino, de Acción Popular (AP), y al otro día, dispuesta a votar por el acciopopulista Lescano, campeón de la demagogia. Topo comunista, caballo de Troya del chavismo y más dicen de él.

Rafael López Aliaga, candidato de Renovación Popular ®, es favorito en las redes sociales. Sus detractores lo vinculan con el fujimorismo, supuestamente para desprestigiarlo. Señal de avance. Le quita votos a Keiko, de Soto y candidatos fuera de la órbita izquierdista y marxista. Tiene mayores probabilidades de ganar la presidencia en segunda vuelta. De fe cristiana y defensor irreductible de la familia y las costumbres nacionales. Representa a la población opuesta al aborto, la eutanasia y la ideología de género. 

No hay candidatos que ofrezcan transformar la administración pública. No se atreven los populistas o los electoreros. Estamos hasta las cangallas e insisten en maquillajes, en lugar de ir a la raíz de los problemas: tamaño del Estado, pésima administración de los recursos e incompetencia para generar riqueza y ofrecer bienestar. Por la pandemia las arcas fiscales están vacías y seis millones de peruanos han perdido sus empleos e inversiones. La candidata Verónika Mendoza promete bonos a la población para generar dependencia; y George Forsyth, inversión estatal, como el famoso Programa de Apoyo al Ingreso Temporal (PAIT) del primer gobierno del joven Alan García. Despilfarro en lugar de promover las inversiones privadas para ofrecer empleo y disminuir la pobreza y desempleo.

López Aliaga propone transformar el estado paquidermo, reduciendo la burocracia. Hoy 1.4 millones de empleados públicos hacen la vida imposible a los peruanos y a las inversiones grandes y pequeñas. Muchos empleados estorban en los ministerios, instituciones públicas y gobiernos regionales y locales. Antes del 2000 eran solo 800,000 funcionarios públicos. No es cuento. Después de Alberto Fujimori el Estado fue tomado por la izquierda “cívica”, campeona en asesorías y consultorías. El resultado: 600,000 puestos de trabajo ocupados por el antifujimorismo militante. ¿La pandemia ha servido para entender lo mal que se administra el país? ¿Es hora de cambiar o seguimos en lo mismo? 

El candidato de la marea celeste ofrece detener el dispendio público en publicidad, consultorías y asesorías, así como los privilegios de los funcionarios estatales y más. También ofrece desaparecer las numerosas normas inventadas para estancar los proyectos de necesidad urgente; como los proyectos hídricos para ampliar territorios cultivables y otros de aprovechamiento de los recursos naturales, como el litio, el cobre y los hidrocarburos. 

Rafael López Aliaga no es el candidato políticamente correcto para quedar bien con Dios y con el diablo. Por ofrecer donar su sueldo de llegar a la presidencia, es investigado por el Jurado Especial de Elecciones (JEE). El propósito del ente electoral sería deshacerse de la competencia, dejando la cancha libre de candidatos fuera del control de los titiriteros que manejan el país a su antojo. Usted decide.

Manuel Gago
21 de febrero del 2021

NOTICIAS RELACIONADAS >

Trenes jalan coches

Columnas

Trenes jalan coches

Los trenes de Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, dejan ense&...

27 de noviembre
APEC: ¡97% son mypes!

Columnas

APEC: ¡97% son mypes!

A los comunistas locales nada les cuadra, nada les satisface, les inco...

20 de noviembre
De la degradación a la reconstrucción

Columnas

De la degradación a la reconstrucción

Fernando Barrios, presidente de la Universidad Continental y president...

13 de noviembre

COMENTARIOS