¿Feminismo o ideología marxista?

Se habla mucho con respecto al feminismo en la actualidad. Sin embargo, todavía quedan conceptos sin ser profundizados. Actualmente quienes enarbolan la bandera de dicho movimiento no tienen siquiera conocimiento del origen del mismo. Desconocen que fueron varones y mujeres quienes llevaron a cabo importantes acciones en pro de los derechos de las féminas en los siglos XIX y XX. 

Estoy casi seguro de que son muy pocas las personas que militan en las organizaciones “feministas” en la actualidad, de tercera ola, que saben de la existencia de Poullain de la Barre, Christine de Pizan, el padre Du Boscq, Cornelius Agrippa, John Stuart Mill, Antoine Héroët, Margarita de Valois, Richard Pankhurst, entre otros intelectuales que sentaron las bases para que se inicie la movida feminista, concentrados en el justo reclamo de derechos para  la mujeres. Esto se debe a que los seguidores de estas organizaciones lo hacen, en su mayoría por mera moda o una suerte de paranoia contra el “patriarcado”, a pesar de que fueron varones quienes también impulsaron ideas en favor de las mujeres.

Es así como podemos notar actualmente una fuerte influencia de instituciones de corte “feminista” sobre las mujeres. Sin embargo, estas organizaciones que supuestamente “luchan” por lograr el tan aclamado “empoderamiento de la mujer” en nuestra sociedad, solo alientan la misandria y el hembrismo. Si bien es cierto que aún quedan rastros del machismo en la colectividad, no se debe tratar de desterrarlos en base a una narrativa extremista. Siempre resulta nocivo tratar de combatir el extremismo con más de lo mismo, más aún cuando se supone que la sociedad debe desarrollarse y no retroceder. Tenemos que ir juntos por el camino de la evolución. 

Considero que en hogaño existe una gran incongruencia con respecto al ideario inicial del movimiento feminista con la acción de las radfems. Esto se debe a que promulgan una perorata basada en el marxismo cultural; con arengas e ideas “anticapitalistas” y “antisistema”. Además se puede apreciar que las organizaciones que siguen la ideología feminista-marxista no tienen reparos al recibir grandes cuantías de grandes empresas foráneas, con el fin de instaurar lobbies dentro de los aparatos estatales de las naciones que se niegan a implantar la ideología de género. Estas personas, que laboran en esas instituciones, son una especie de mercenarios que no les importa, en lo más mínimo, utilizar a las mujeres como “Caballo de Troya”, además de no importarles para quién o quiénes trabajan. Solo les mueve el dinero, sin importar cuáles son las consecuencias nefastas que conlleva la imposición de una ideología. Peor aún en una sociedad con una casi inexistente capacidad de raciocinio y crítica.

Los feministas de tercera ola han adoptado el discurso de los ideólogos de género, los cuales establecen parámetros del pensamiento para las sociedades que acceden al chantaje de las organizaciones. Estos pensadores son producto de la Escuela de Frankfurt y otros pensadores marxistas del siglo XX.Los más conocidos ideólogos son Simone de Beauvoir, Sartre, Foucault, Marcuse, Derrida y Heidegger, entre otros. Estos intelectuales, a su vez, se basaron en Hegel, Marx y Freud.

Así pues, el fin de la ideología de género es destruir la sociedad y la imposición del relativismo, mediante el aniquilamiento de la familia como núcleo fundamental para la existencia de la primera.