El Foro de las Américas y el Foro de Madrid

En agosto del 2020 publiqué un artículo titulado “El Foro de las Américas”, en el cual proponía la creación de una plataforma de partidos de derecha, para poder hacer frente al Foro de Sao Paulo y al avance del comunismo en América latina.  Tal vez como simple coincidencia de ideas, o inspirados humildemente por el artículo, el partido español Vox, a través de su Fundación Disenso, concretó la propuesta que habíamos lanzado. Es así que en octubre del 2020 se presentó la Carta de Madrid, carta abierta que persigue frenar “el avance del comunismo… que supone una seria amenaza para la prosperidad  y el desarrollo de nuestras naciones, así como para las libertades y derechos de nuestros compatriotas”.

Luego del lanzamiento del Foro de Madrid (FDM) y de la Carta de Madrid, una delegación de Vox, encabezada por su presidente, Santiago Abascal, estuvo en México reunida con integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para presentar los lineamientos. Fue un esfuerzo coordinado entre actores de ámbitos ideológicos diversos, pero a quienes los une la voluntad de hacer frente a la amenaza del crecimiento del comunismo.

Luego de visitar México, una delegación del FDM estuvo en Ecuador, a raíz de la ascensión de Guillermo Lazo a la presidencia. En esa oportunidad firmaron la Carta destacadas personalidades políticas ecuatorianas, como los asambleístas Henry Kronfle, Esteban Torres, el ex vicepresidente Otto Sonnenholzer, el ex candidato presidencial Pedro José Freile y el actual ministro de Defensa Fernando Donoso.

Vox también estuvo en Lima hace unas semanas, encabezado por el eurodiputado español Hermann Tertsch. Varios de nuestros políticos se reunieron con él, entre ellos la excandidata Keiko Fujimori. También sostuvieron reuniones con miembros de Renovación Popular y de Avanza País, y con muchas personalidades de la política, periodismo y empresariado quienes firmaron la Carta de Madrid. Apenas regresaron a España los representantes de Vox, la izquierda peruana le regaló una serie de adjetivos tanto a los políticos peruanos que firmaron la carta como a los españoles, tildándolos de “ultra derecha fascista, racista y colonial que se alimenta del miedo y la violencia”.

Por supuesto, Verónika Mendoza, quien tanto criticó la presencia de los diputados de Vox en el Perú, alabó la presencia de Evo Morales en nuestro país, quién incitando a la verdadera violencia declaró: “...saludo los gritos de la asamblea constituyente. Les digo a los jóvenes que encabecen la asamblea constituyente...es una nueva refundación para el Perú, como se hizo en Bolivia”.

No voy a defender al partido Vox contra las acusaciones de fascista ni racista (aunque he visto a más de un afrodescendiente entre sus dirigentes), ni contra las acusaciones de xenófobos, cuando ellos se están dando el trabajo de viajar a México, Ecuador y Perú para buscar adherentes a su planteamiento político. Tampoco voy a defenderlos contra las acusaciones de machistas, cuando se han reunido de manera especial con Keiko Fujimori y tienen dentro de su bancada a diputadas como Macarena Olona. Lo que defiendo es la valiente iniciativa de crear el FDM para combatir el avance del comunismo y de las dictaduras totalitarias de izquierda. 

¿Cómo pretenden los caviares y los “cojudignos” que no defendamos los valores de la libertad económica que son el único medio de salir de la pobreza y la miseria? No todos vivimos de las oenegés de izquierda, consultorías o puestos en el Estado como lo hacen ellos. Quienes creemos en la libertad y vivimos de nuestro trabajo y esfuerzo, le pedimos al Estado reglas claras para poder crear riqueza; no solamente para nosotros, sino para toda la sociedad, cuando pagamos nuestros impuestos. 

Los políticos de izquierda quieren tanto a los pobres, que hacen todo lo que pueden para que haya más de ellos. Los invito a firmar la Carta de Madrid.