Cecilia Bákula
El ambiente electoral se caldea
Nuevas y viejos personajes de la política pretenden la Presidencia
Una vez más o, como nos es ya costumbre, el ambiente político sigue un tanto crispado por asuntos complejos a nivel del Poder Judicial; por la incapacidad de ciertas autoridades para asumir con responsabilidad sus propias obligaciones. Y me refiero especialmente a la apatía y desidia respecto al peligroso traslado del acervo cultural del Archivo General de la Nación, a un galpón inadecuado en el Callao. Y todo ello porque los responsables no logran siquiera imaginar una solución mejor, habiendo tantas sobre la mesa.
Están aún en el ambiente las desdichadas expresiones del propio ministro de Educación y la atención a quienes en la población Awajún, en la zona de Condorcanqui, así como la exigencia de la presidenta Boluarte respecto a que el Congreso le extienda al Poder Ejecutivo una carta blanca para legislar en asuntos de tipo económico. Llama esto la atención pues un DS no garantiza la anuencia congresal en ese sentido y, adicionalmente, el gobierno actual no da muestras de eficiencia en lo que ya tiene como responsabilidad, para solicitar más campo de acción. Y más allá de las idas y venidas de jueces y fiscales, de revelaciones y delaciones que, en realidad, no conducen a acciones claras contra los responsables, el ambiente electoral empieza a perfilarse y promete llegar a tener altas temperaturas.
En estos días, algunas novedades van indicando por dónde podría decantarse ese panorama que, de por sí se ve complejo por la cantidad de interesados en llegar a ganar las elecciones. Como se ha comentado, será un proceso electoral no solo reñido sino muy confuso pues varias de las opciones que pretenden ofrecerse como las mejores, guardan entre sí muchas similitudes, pero carecen de grandeza para la renuncia y abundan los personalismos que, siempre en nuestra historia, han dado lugar a malos resultados.
Recientemente supimos que la inscripción de la agrupación “Lo justo” no fue aceptada por el Jurado Nacional de Elecciones. Desestimada esa intención primera, no han decaído las aspiraciones de algunos de sus integrantes -venidos en su mayoría de reciclaje variopinto- y han optado por unirse al grupo denominado “Primero la gente” para intentar, a como dé lugar, alcanzar una pequeña visibilidad y oportunidad.
Recientemente se supo que el Partido Popular Cristiano, que originalmente fue fundado por el carismático Luis Bedoya Reyes, al escindirse de la antigua Democracia Cristiana, culminó con éxito el proceso de inscripción en el Registro de Organizaciones Políticas, quedando así habilitado para participar en los próximos comicios. Al respecto, cabe señalar que se ha elegido al empresario Carlos Neuhaus como nuevo presidente del PPC y se espera que nuevas caras comprometidas con la doctrina social cristiana fundacional, puedan aportar a la reflexión y la acción política pues mantener y defender esos principios podría ser un elemento positivo a tener en cuenta.
Ante los problemas internos, las discrepancias y los escándalos que se vieron como pauta de conducta de algunos integrantes del partido Acción Popular, se ha establecido una nueva organización denominada Partido Libertad Popular, bajo la batuta de Rafael Belaúnde Llosa quien, sin duda, buscará recuperar los espacios positivos que logró su abuelo y marcar distancia con el legendario partido en tanto no ha dado luces ni ha sabido mantener el nivel de conducta, pensamiento y reflexión que hubiera podido esperarse.
El ansioso empresario Carlos Añaños quien manifiesta desde hace ya varios años su deseo de incursionar en la vida política activa, dejó ya Avanza País cuando Hernando de Soto optó por alejarse de la actividad partidaria y, recientemente, el ayacuchano aceptó la invitación que le ha cursado Wilson Aragón, quien ha fundado el partido Perú Moderno y, en esa agrupación, intentar alcanzar visibilidad suficiente para lograr una opción cierta en la carrera final hacia Palacio de Gobierno.
Hace tan solo un par de días, se supo que Alberto Fujimori suscribió su incorporación al Partido Fuerza Popular que lidera su hija. Mucho se ha especulado sobre el interés que estaría detrás de esa acción y podría entenderse desde varias perspectivas pues, aún, no queda clara la posibilidad legal de que él pudiera participar en una plancha presidencial, aunque sin duda significa un espaldarazo para su hija, quien ha sufrido consecutivas derrotas en las lides electorales.
A todo lo anterior, hay que mencionar que los partidos de izquierda siguen bregando por obtener un espacio en el espectro electoral y que son aún muchas organizaciones las que no han definido alianzas ni han iniciado, claramente, campañas electorales. Y está por verse quiénes serán los que resultarán beneficiados al captar los deseos e intenciones de las agrupaciones regionales que no podrán participar. Recordemos que a la fecha son 27 agrupaciones las que podrían participar y es de esperar que entre muchas de ellas triunfe la cordura y la renuncia personal para facilitar no solo un proceso electoral fácil y transparente, sino para poder ofrecer al país los consensos que nuestro futuro requiere.
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