Hugo Neira
Charlie Hebdo/Jóvenes
Sobre la prensa satírica provocadora y el despertar de los jóvenes a la política
Se ha puesto de moda, para mostrarse tolerante, autoproclamarse: «Yo soy Charlie». Bueno, lo que es moda no incomoda. ¿Qué tal una miradita por casa? Entonces «Soy Caretas», cincuenta años de zumba y de buen humor aunque hay tantas razones en el Perú para perderlo. «Soy Carlín», sus caricaturas, para la historia la de Alejandro Toledo y de Eliane, despertándose a medianoche y en el lecho conyugal, profiriendo: «Cagetas debe mogir». Las crónicas de Rafo León, no sus viajes, la China Tudela, pituca culta que quiere ser de izquierda, pero no llega, vive de chambas que le consiguen sus amigos con ONG y está enamorada de Diego. ¿Cuál otro, pues? Y «Soy Alfredo», sus calatos, «jodidos pero contentos». Y «Soy Monos y Monadas», de sus épocas, la mejor, cuando al general Francisco Morales Bermúdez le hacían titulares jugando con el apellido, «Francisco no vales nada». En pleno gobierno militar, y la verdad, nos reíamos, y el general de seguro levantó una ceja pero no dijo ni michi. ¿Eran otros militares, no? Como diría mi amiga Mati, «más civilizados». Y a Leguía le faltaba el respeto Variedades. Y a Castilla, Piérola, Pardo, los “subversivos lápices de colores”, ver el excelente libro de Ramón Mujica, en la BNP. Todo esto para una frase tonta: el humor siempre acompañó la tortuosa política peruana. Un humor criollo, lo parisino es otra cosa.
Sí, claro, compraba Charlie Hebdo. En los años vividos en París, que fueron muchos (a partir de aquí, no falta quien me insulte en los blogs). A la vuelta de rue Saint-Guillaume, de Ciencias Políticas, había un quiosco. Confieso que a veces me irritaba y no por razones religiosas. Recuerdo una portada, Valéry Giscard había derrotado en una presidencial a una coalición de izquierdas, a Mitterrand. Y la portada, un titular de enormes letras: «Socialistas, comunistas, izquierdistas, estudiantes, feministas, ecologistas, ‘Vous l’avez bien dans le cul’.» La yuca la tienen en el ojete. Y una YUCA a toda página. ¿Feo no? Chocante, vulgar, brutal. Charlie Hebdo es eso, de una malacrianza deliberada. Que en Francia gusta, así son. Y aun los que tienen origen popular —la mayoría de cuadros profesionales— ostentan sus orígenes plebeyos. No como en el Pirú donde los ocultamos. ¿Se entiende entonces el humor ácido de Charlie Hebdo? En ese momento me pareció una patada en las bolas, era joven, y en consecuencia, medio sectario. Igual compré el número. Era verdad. Las grandes reformas se retrasaban.
Los jóvenes en Lima. Se han despertado a la política por donde menos pensábamos. ¡Por los derechos sociales! Cierto, no se puede generalizar, los hay distintos, como enrevesada es la estratificación social en Perú. Unos jóvenes, los que tienen estudios universitarios, iniciaron movilizaciones. Y los otros, los sin calificación, la inmensa mayoría, andaban callados. ¿Los de estudios superiores son una elite? Sí pues, lo son. Pero una vez más, las revueltas arrancan en los pisos de arriba. Luego se contagian. Y eso es lo que está ocurriendo. Resulta que a los muchachos de abajo también les parece bien —según las encuestas— derogar la ley Pulpín. Los estrategas de Palacio creyeron que «los sin trabajo juveniles» iban a atracar. Pensaron, «quieren chamba aunque sin derechos», pues no. Los explotados por el hiperliberalismo del peruano barato están en los semiempleos de Saga Falabella, de Ripley, en mineros informales, por todas partes. ¡Caramba! Es una subversión contra el capitalismo salvaje. El tiro les ha salido por la culata. Han robustecido a todas las oposiciones. ¿Qué les faltó? Una cosita, un partidito político. Otra vez, un Presidente sin correas de transmisión. Qué país, no aprenden. Pero los jóvenes no están pidiendo ninguna vacancia presidencial. El pacto republicano son cinco años. Y yo que nunca creí que fuese a hacer un buen gobierno, digo ahora: se lo tienen que bancar hasta el último dia de julio del 2016. El resto es lo de siempre, intrigas palaciegas. No volvamos al pasado.
Por Hugo Neira
(26 - Ene- 2015)