Universidades licenciadas por única vez, pero con acreditación permanente

El Congreso aprobó la Ley 32105, que establece el licenciamiento permanente de las universidades. La idea de un único licenciamiento desató una ola de críticas en contra de la decisión del Legislativo de parte de las izquierdas progresistas, que llegaron a señalar que se había destruido una de las bases principales de la actual reforma universitaria.

Sin embargo, el Consejo Nacional de Educación y otros sectores académicos han emitido pronunciamientos aseverando que el licenciamiento permanente es posible siempre y cuando exista un sistema de acreditación de carreras permanente a cargo del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), una entidad que acaba de ser reformada y está en pleno funcionamiento.

Los mejores sistemas universitarios del mundo, entre ellos los de Estados Unidos y Europa, tienen en la dialéctica del licenciamiento por una sola vez y la acreditación permanente las claves de la organización de las mejores universidades del planeta. Por otro lado, el único licenciamiento del Estado y la acreditación constante también responden a un modelo de sociedad democrática, en donde el poder del Estado es controlado por las instituciones y la sociedad en general.

En Estados Unidos, por ejemplo, el Estado otorga el licenciamiento por una sola vez, pero la acreditación de las carreras es un proceso frenético entre las universidades, porque es una condición para la continuidad de cualquier estrategia académica. Los consumidores, a través de los portales del Estado, se enteran de qué carreras están acreditadas y el nivel de empleabilidad de los egresados. De esta manera la calidad se retroalimenta por la elección de los consumidores (familias y estudiantes). Por estas razones en la Gran Unión Americana han surgido las mejores universidades del mundo, gracias a un sistema de acreditación que tiene más de un siglo.

Vale subrayar que en los sistemas de acreditación estadounidense no interviene el Estado, sino que se basa en acreditadoras privadas que han ganado su prestigio acreditando a la carrera que merece esa condición. La naturaleza constante de la acreditación evita que las facultades y carreras, como se dice, se duerman en sus laureles. Puede suceder que una carrera acreditada pierda la acreditación por no haber continuado actualizándose.

En este contexto, ¿cuál es el modelo de los progresistas peruanos que demonizan el licenciamiento por una sola vez? Al parecer consideran que el Estado debe ser el guardián de la investigación científica, el desarrollo académico y cultural de las universidades. Poner al Estado como el principal controlador de la academia, de una u otra manera, es reproducir el viejo modelo soviético o comunista de universidad, en donde el Estado determinaba hacia dónde se orientaba la vida científica y académica de una sociedad. Un modelo que, en el Perú, se pretendió replicar con el velasquismo.

El licenciamiento del Estado por una sola vez y la acreditación permanente empoderan a la sociedad y a los consumidores en el desarrollo de la vida científica y académica de los claustros universitarios. Es el modelo que corresponde a una sociedad democrática y que ha desencadenado las cuatro revoluciones industriales que han beneficiado a la humanidad y que ha organizado las mejores universidades del planeta.

El actual momento de la reforma universitaria en el Perú, pues, se juega en la posibilidad de organizar un sistema de acreditación de carreras académicas que emule a lo mejor de los mejores sistemas universitarios.