El Perú volverá a perder una nueva oportunidad de enganc...
A través de 92 votos de la mayoría de las bancadas, el Congreso aprobó por insistencia una ley que posibilita el reingreso a la carrera docente de más de 14 mil profesores que desaprobaron el examen de selección o no se presentaron a la evaluación respectiva por falta de los títulos profesionales. De esta manera, la carrera pública magisterial que, de una u otra manera, representa una política de Estado desde los últimos 15 años comienza a ser desmantelada.
Vale anotar que uno de los objetivos centrales del destructivo gobierno de Pedro Castillo fue cancelar la ley de carrera pública magisterial para empoderar al Frente Nacional de Trabajadores de la Educación Peruana (Fenatep), de orientación marxista y maoísta, uno de cuyos objetivos centrales era convertir a la escuela pública en un centro de adoctrinamiento ideológico en contra de la democracia al margen de la calidad académica y el futuro de los alumnos. A pesar del fracaso del gobierno de Castillo y del golpe fallido de hace más de un año, el Legislativo, sorprendentemente, parece reforzar la tendencia a destruir la meritocracia.
El asunto se agrava cuando se repara en que acaban de ingresar más de 75 mil docentes a la carrera pública magisterial luego de someterse al sistema de selección y evaluación establecidos. Los señalados docentes rindieron pruebas escritas de habilidades generales y pruebas escritas de la especialidad respectiva. Luego de esa etapa de selección nacional pasaron a la fase de selección institucional en que se evaluó la trayectoria personal del docente, la correspondiente hoja de vida (CV), se desarrolló una entrevista personal para valorar la cultura general y la sicología del docente y, finalmente, se rindió una clase modelo.
Luego de ese largo y riguroso sistema de selección recién el candidato se convierte en docente nombrado mediante concurso. Ahora que el Legislativo aprobó que 14,000 maestros ingresen por la ventana a la carrera pública magisterial, ¿cómo se sentirán los maestros que se pasaron años y meses capacitándose para ingresar a la carrera magisterial? Es evidente que, con la decisión del Congreso, la meritocracia es desalentada y herida de extrema gravedad.
Con los 75 mil docentes que acaban de ingresar a la carrera pública magisterial alrededor del 71% de los más de 400 mil docentes de la escuela pública nacional ya pertenecen al sistema meritocrático de la educación. Es decir, dos tercios de los profesores forman parte del impulso de la reforma educativa.
Creemos que, ante la errada decisión del Congreso, diversos sectores de la sociedad civil deben interponer una acción de inconstitucionalidad en contra de la referida norma porque ella atenta en contra de una política de Estado fundamental para la reforma de la educación y el futuro de los niños, sobre todo los más pobres. La mencionada ley debe ser declarada inconstitucional.
En la lucha por la reforma de la educación se contraponen dos intereses evidentes: el interés por el futuro de los niños de la escuela pública y el interés ideológico de las corrientes marxistas que pretende convertir a la escuela nacional en centros de adoctrinamiento o el interés de los partidos populistas que pretenden generar una clientela electoral propia en el magisterio.
Pensar en el futuro del Perú solo debe llevarnos a defender el futuro de los niños de la escuela pública –sobre todo los más pobres– que se merecen una educación de calidad, de la misma calidad que los sectores sociales que pueden acceder a la educación privada de excelencia. El camino para alcanzar ese objetivo implica pisar el acelerador de la meritocracia.
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