Southern sigue salvando vidas

Para detener el aumento de muertes por Covid-19, Southern Perú ha donado el 100% de su producción de oxígeno líquido (medicinal) a los departamentos del sur y a Lima. Cada semana, la minera entrega 42 toneladas métricas de oxígeno a los hospitales. La empresa ha anunciado además que entregará dos plantas nuevas de oxígeno, para continuar haciendo frente a la pandemia. 

Vale señalar que durante la primera ola, la minera entregó al país 20,000 litros de oxígeno por semana (1,700 balones) luego de que el ex primer ministro Vicente Cevallos aceptara, por presión pública, las donaciones de Southern. La minera también donó un generador de oxígeno de 936 metros cúbicos al hospital regional Hipólito Unanue, en Tacna, y 50 balones de oxígeno a los hospitales Honorio Delgado Espinoza y Goyeneche, en Arequipa. Huelga señalar otras intervenciones y donaciones de equipos y material médico realizados por la minera. 

No se entiende entonces con qué criterios los candidatos marxistas e izquierdistas insisten en desactivar la minería con argumentos sin sustento científico. La minería debe ser parte del debate electoral. Los votantes, antes de elegir, deben informarse respecto al aprovechamiento de los recursos naturales. O se elige el desarrollo y prosperidad o se elige la pobreza, el socialismo, exactamente como Cuba y Venezuela. Los mitos y leyendas desarrollados por los socialistas contra la inversión privada provocan confusión y dudas en la población. Es la misma estrategia de desinformación y desprestigio del oponente realizada por todas las tiranías en la historia. Así también la destrucción de la economía, con el fin de crear climas de hambre y violencia favorables a los planteamientos mentirosos del comunismo 

La economía ha caído por el mal manejo de la pandemia durante la gestión del ex presidente Martín Vizcarra. Según la Sociedad Nacional de Industrias (SIN), en el periodo enero-noviembre 2020, el sector industrial cayó en 15.2% respecto al año anterior. Por la cuarentena medieval, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), las inversiones mineras cayeron 29.6% y la producción de cobre 12.5% en el 2020 (respecto a 2019). No obstante, ¡la minería sigue “parando la olla” del país! El cobre representa el 60% de las exportaciones nacionales y un 30% del total de renta nacional. 

En este escenario de pandemia y caída de la producción, las fuerzas anticapitalistas pretenden paralizar las operaciones mineras sin importarles la falta de oxígeno y unidades de cuidados intensivos (UCI) en los hospitales, o los seis millones de empleos perdidos por la cuarentena anterior. No obstante, la minería persiste empleando a más de 216,000 trabajadores con contratos formales. Empleos directos que se multiplican por siete (empleos indirectos) y que sirven para hacer descender los niveles de pobreza, desempleo e informalidad en todo el país. El efecto multiplicador de la minería no tiene comparación con el de ningún otro sector productivo. El círculo virtuoso del cobre ofrece empleo formal y sueldos muy por encima de la remuneración mínima vital (RMV). 

Antes de votar, los electores deberán saber que US$ 57,772 millones distribuidos en 48 proyecto mineros están paralizados, la mayoría por exceso de trámites repetitivos (más de 200 en distintas oficinas públicas) y por conflictos inventados por el movimiento antiminero, vinculado estrechamente a las oenegés marxistas e izquierdistas. Al comunismo no le interesa el bienestar de los pobres, le interesa apropiarse del Estado y de los recursos naturales. Así como Venezuela entregó su petróleo a Cuba, los socialistas peruanos planean entregar el cobre, el litio, la anchoveta, el agua y los recursos forestales a la isla comunista. Que la campaña electoral sirva para desenmascarar al enemigo principal y sus pretensiones de gobernar el país con asesores cubanos en la sombra, como en la Venezuela de Nicolás Maduro 

La minería salva vidas durante la pandemia. Las inversiones privadas están de pie contra el Covid-19. Por el contrario, el marxismo complota, organiza manifestaciones y paros contra la producción de cobre. ¡Ni un acto solidario que podamos constar!