Perú se reafirma en libre comercio

Acuerdo Transpacífico es el TLC más grande del planeta

Los ministros de Comercio Exterior de los 12 países del Asia Pacífico, que después de 8 años de negociaciones en el marco del Acuerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), acaban de anunciar que tienen cerrado el Tratado de Libre Comercio (TLC) más grande del planeta. El acuerdo representa el 40% de la economía mundial, el 28% de las exportaciones globales, el 25% de las importaciones, y los 12 estados firmantes tienen una población de alrededor 800 millones de personas.

Sorprendentemente, el Perú está entre la docena de países que asisten al nacimiento de este mega mercado sancionado por el Acuerdo Transpacífico. Los demás integrantes son Estados Unidos, Japón, Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur, Vietnam.

Uno de los aspectos más duros de la negociación se vinculaba con la propiedad intelectual de las patentes de medicamentos. Estados Unidos pretendía una protección de 12 años para los llamados datos de prueba (investigaciones clínicas), pero, finalmente, se impuso la posición de Perú y otros países que planteaban solo 5 años de protección. Alrededor de este tema se agrupará la izquierda en contra del Acuerdo Transpacífico, pero, ¿podía nuestro país mantenerse al margen del TLC más grande del mundo? De ninguna manera.

El modelo económico exitoso del país en los últimos 25 años está indisolublemente ligado al libre comercio. El crecimiento económico que ha reducido pobreza del 60% al 22% de la población no se podría explicar sin los 17 TLC que ha firmado el Perú y que le permiten sancionar con acuerdos comerciales más del 90% de su comercio exterior. En la región solo Chile ha logrado semejante inserción en la economía planetaria y, de alguna manera, el binomio peruano-chileno ha destacado por sus logros económicos y sociales en América Latina.

Muy por el contrario, los países integrantes del Alba y del Mercosur representan a los estados de Latam que menos TLC tienen con el resto del mundo debido al proteccionismo y el estatismo de sus economías. El Mercosur, por ejemplo, consume varios años intentando sancionar un acuerdo comercial con la Unión Europea, pero éste no es posible por los aranceles elevados que protegen a industrias artificiales. Los resultados están a la vista: Venezuela, Argentina y Brasil  son devorados y amenazados por los fantasmas de la recesión.

En la medida que los acuerdos comerciales representan el único camino para plantearnos la diversificación de nuestra economía –los commodities no necesitan TLC para transarse- es necesario entender que, en cualquier acuerdo o pacto, las partes siempre ceden parte de sus intereses. En el caso del Acuerdo Transpacífico es evidente que a cualquiera le hubiera gustado otro tratamiento para los llamados datos de prueba, pero es incuestionable que las ventajas que conseguirá el Perú superan cualquier adversidad que se pueda señalar.

Ahora que la economía se desacelera y también se lentifica el ritmo de reducción de pobreza, las propuestas sobre cómo diversificar la economía se multiplican por doquier. Pero la única manera de diversificar y complejizar nuestra economía pasa por diversificar y complejizar nuestras exportaciones. No hay otra. Y la única manera de hacerlo es profundizando el libre comercio. ¡Felicitaciones Perú por el Acuerdo Transpacífico!