Alrededor de 40,000 hectáreas de cultivos del proyecto ...
El proyecto hídrico Paltiture continúa detenido. Una resolución de la Corte Superior de Justicia de Puno, del 5 de septiembre de 2016, aceptó la demanda de la Municipalidad Provincial de Puno (MPP) y detuvo el desarrollo de la represa Paltiture, proyecto de afianzamiento hídrico de la cuenca del río Tambo para el mejoramiento y ampliación de la frontera agrícola en las regiones de Arequipa y Moquegua.
La resolución judicial de la Corte de Puno detuvo el proceso de licitación pública convocado por el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) para iniciar las obras en Paltiture. Con afanes localistas, los funcionarios de Puno exigen a las autoridades nacionales respeto a sus recursos naturales. Para el ex gobernador de Puno Walter Aduviri —sentenciado por la Sala Penal de Puno por el delito de disturbios durante el denominado “aymarazo” (protestas violentas y destrucción de propiedades pública y privada)– el agua es de Puno y debe permanecer en esa región. Desde entonces todos los intentos de diálogo para reiniciar Paltiture son bloqueados por las autoridades y dirigentes de Puno vinculados a la izquierda extremista. La controversia ocasionó, incluso, maltratos verbales y físicos entre las autoridades de Arequipa y Puno.
Para detener la construcción de la represa de Paltiture, la izquierda antidesarrollo resucitó una vieja diferencia entre los pobladores de la localidad de Tolapalca: unos señalan que la localidad pertenece a Moquegua, mientras que otros dice que a Puno. Bastó provocar enfrentamientos entre los comuneros de la zona para detener la construcción de la represa esperada por más de 40 años en el sur. Paltiture, inversión de US$ 300 millones, prevé almacenar 80 millones de metros cúbicos de agua proveniente de los ríos Tincopalca, Quemillone y Tolapalca. Esta represa hará posible la habilitación de más de 10,000 hectáreas en el valle de Tambo y beneficiará a más de 4,000 productores de Moquegua, de arroz, cebolla, páprika, pastos y diversas frutas y hortalizas. Con Paltiture, Perú se convertiría –por las condiciones propias de la zona andina– en el primer productor mundial de este grano, superando a Bolivia.
Durante la gestión de Fabiola Muñoz, ministra del sector Agricultura (Minagri), se planteó la posibilidad de destrabar los proyectos hídricos paralizados. La ex ministra era consciente de la demanda de agua por parte de los productores agrarios y ganaderos. Sin embargo, en un escenario de total oposición a Paltiture, por parte de ciertos sectores de la región Puno, se plantearon nuevas posibilidades para represar el agua proveniente del altiplano. Una de ellas es el proyecto Yanapujio en Moquegua, donde confluyen los ríos Paltiture y Coalaque. También se ha señalado la necesidad de construir otros reservorios de menor capacidad en las quebradas por donde discurren los ríos antes de depositar el agua en el mar, sin ser utilizada por un mero capricho.
Un reporte del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) advierte acerca de las gestiones ineficaces realizadas en los principales proyectos de irrigación también paralizados: Chavimochic, Majes Siguas II, Olmos y Alto Piura, entre otros. Si hubiese capacidad técnica y de gestión de las autoridades, y no existiera la oposición de la izquierda antidesarrollo a los proyectos nacionales, las exportaciones agropecuarias –según el BCR– se incrementarían en US$ 3,200 millones anualmente.
El Perú, entonces, pierde demasiado con la parálisis y el bloqueo de los proyectos hídricos del país. De esta manera la agenda anti inversión, que busca ralentizar el crecimiento y aumentar la pobreza, sigue generando un escenario absolutamente favorable a las propuestas colectivistas y populistas en el 2021. Es hora de reaccionar.
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