Las encrucijadas del sector pesquero

Nuevo gobierno debe derogar normas anti inversión pesquera    

En breves semanas, el nuevo gobierno 2016-2021 asumirá tremendos retos para fortalecer y prender algunos motores productivos que podrían dar al país dinamismo, crecimiento económico y reducción de la pobreza. El sector forestal y el sector pesquero industrial son dos de los motores que aún no han alcanzado todo su potencial. De hacerlo, según especialistas el sector forestal podría darle al país entre 1% a 1.5% del PBI, y el sector pesquero industrial alrededor de 1%.

El Perú se ubica como el primer productor de harina de pescado en el mundo, donde el 95% de la captura de anchoveta se utiliza para ello. El sector pesquero industrial es un motor de crecimiento económico importante en el país porque genera cerca de 221,000 empleos directos e indirectos, y representa el 7% de las exportaciones totales de nuestro país. Para poner un ejemplo del marcado dinamismo del sector pesquero industrial en la economía nacional, en diciembre de 2015 la economía creció 6.4% —la tasa más alta de los últimos años— y el PBI anual logró expandirse en 3.3%, debido a la expansión de la minería en 15% y de la pesca industrial en alrededor del ¡60%!

Sin embargo, entre las barreras que impiden desarrollar el enorme potencial de la pesca industrial y de la producción de la harina de pescado han estado las sucesivas y desafortunadas decisiones de la burocracia asentada en el Ministerio de la Producción (Produce). Primero, el sector pesquero industrial tuvo que lidiar con el Decreto Supremo DS 005-2012, que prohibía la pesca industrial antes de la milla 10 en el litoral centro norte y de la 5 en el sur. El decreto, como luego se conoció, no tuvo ¡ningún sustento técnico! Sin embargo se dio para “promover la pesca de anchoveta para el consumo humano”. La medida fue lesiva contra del sector pesquero. Las consecuencia de aquella perjudicial norma fueron que las exportaciones de harina y aceite de pescado cayeron en unos 1,000 millones de dólares anuales, y el 2014 se produjo la mayor caída de la pesca industrial de los últimos quince años, al extraerse solo 2.2 millones de toneladas de anchoveta en todo el año.

Ante semejante desastre del sector pesquero industrial, y una sentencia en la Corte Suprema que declaró ¡ilegal! el DS 005-2012, Produce derogó la mencionada norma y la sustituyó con el DS 011-2013 que en líneas generales no tenía mayor diferencia con la anterior. Nuevamente la Corte Suprema declaró ilegal el DS 011-2013 y hoy, con una medida cautelar, el sector pesquero industrial puede pescar todavía desde la milla 5.

La razón fundamental por la que Produce derogó el DS 005-2012 fue porque nunca se promovió la pesca de anchoveta para consumo humano. Al contrario, este tipo de pesca retrocedió: en el 2011 se extrajeron 125,000 toneladas y en el 2014 solo 40,000 toneladas, pese a que se multiplicó la flota de embarcaciones menores dedicadas a esa actividad. ¿Hay razón entonces para mantener el DS 011-2013, que es muy parecido al anterior? Todo indica que ninguna.

En la pasada campaña electoral, voceros del nuevo gobierno, como el ahora primer vicepresidente de la República Martín Vizcarra, señalaron que las normas contra la pesca industrial no han “beneficiado a la población”. Además, Vizcarra indicó que en este nuevo gobierno “las cosas serán diferentes”. Le tomamos la palabra al ahora vicepresidente. Esperemos que este nuevo gobierno redirija el horizonte del crecimiento económico e impulse al sector pesquero industrial, como un motor para que nuestro país siga creciendo y reduciendo pobreza y no le ponga mayores trabas.