Alrededor de 40,000 hectáreas de cultivos del proyecto ...
De acuerdo a un reciente informe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), entre el 2013 y 2017 la minería registró un crecimiento acumulado de 37.5% debido a los nuevos proyectos que entraron en operaciones, como Las Bambas, Constancia, la ampliación de Cerro Verde y el incremento de producción de Antamina y Toromocho. Este crecimiento hace que la industria minera aporte el 60% de las exportaciones peruanas, el 30% del impuesto a la renta, el 17% de los tributos internos y el 13% del PBI, según la última medición del Instituta Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Además de estas contribuciones, vale destacar el aporte social de las empresas mineras. Por ejemplo, en la Unidad Económica Orcopampa (minería subterránea) —que se ubica en los distritos de Orcopampa y Chilcaymarca, en la provincia de Castilla, y en el distrito de Cayarani, provincia de Condesuyos, en la región Arequipa— la compañía de minas Buenaventura ha creado humedales artificiales provenientes de aguas tratadas. En el proceso intervienen determinados tipos de plantas que son utilizadas como un sistema natural de depuración para elevar la eficiencia de la remoción de metales. Sistema simple, de bajo costo de operación y que, sobre todo, forma un nuevo ecosistema que mejora el medioambiente. Es así que el denominado “Wetland de Pucará” trata las aguas que fueron utilizadas en el proceso productivo en la mina Chipmo. Agua finalmente depurada que es útil para los poblados de Panagua y Chilcaymarca, para el agro, ganadería consumo humano.
El proyecto Wetland en Orcopampa se inició en el 2004 y desde, entonces ha construido el humedal artificial “Wetland Pucará”, obras civiles de excavación de zanjas, canales de concreto armado (con sus respectivas tapas y pozas) en terrenos previamente impermeabilizados en donde se han plantado totoras, instalación de tuberías High Density Polyethylene (HDPE) y derivación de efluentes provenientes de las operaciones mineras. El sistema recupera, por bombeo, las aguas cargadas con sólidos suspendidos y metales de cobre, hierro y zinc provenientes de las operaciones mineras para luego ser derivadas por las tuberías HDPE y los canales hacia las pozas y al Wetland hasta donde, finalmente, llega toda el agua tratada. Este sistema natural ha logrado crear un microsistema que alberga especies como la gaviota andina, el cernícalo americano, el halcón aplomado, el pato de puna y otros.
¿Quién dice, entonces, que la minería no se ocupa de proveer de agua para sus operaciones y para los poblados en lugares donde instala sus operaciones? No hay duda de que existe un cordón umbilical que une a la minería con el desarrollo de los pobladores, con la transformación de las comunidades que permite a la gente acceder al progreso y bienestar. La minería responsable y moderna que hoy se encuentra instalada en el Perú ha permitido reducir la pobreza por el empleo directo e indirecto. Ha construido reservorios, diques y canales para almacenar agua.
El mayor enemigo del medio ambiente, del agua y de los pobres es, sin lugar a dudas, el extremismo radical antisistema que no valora proyectos como el Wetland Pucará, que mejora el medio ambiente y provee agua a las comunidades para el consumo humano y para las actividades agrarias y ganaderas.
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