Alrededor de 40,000 hectáreas de cultivos del proyecto ...
Con el fin de detener el proyecto de litio en Puno, el extremismo ambientalista está tergiversando una norma que protege el patrimonio cultural. La Resolución Viceministerial N°669-2011-VMPCIC-MC declara como Patrimonio Cultural de la Nación a las pinturas rupestres de Corani y Macusani. Los 100 sitios de pinturas rupestres y petroglifos se hallan en Puno, en una extensión de 36,000 hectáreas a más de 4,500 metros de altura.
En buena hora que la compañía canadiense Macusani Yellowcake SAC, concesionaria del proyecto Falchani, opere en el sur peruano. En Canadá –como en Noruega, Finlandia y otros países–, hace décadas se ha extendido la cultura del cuidado riguroso del medio ambiente y las costumbres de las comunidades. Es entonces falso señalar que las pinturas rupestres y petroglifos sufrirán atentados por el aprovechamiento de litio. ¡Es todo lo contrario! Las compañías de talla mundial son las primeras en promover la protección del medio ambiente, las costumbres locales, las actividades económicas y el legado cultural de las comunidades.
¿Quién cree usted que aporta recursos económicos y conocimientos para proteger la fauna y flora de la bahía de Paracas en Ica y de Ilo en Moquegua? ¿Quién ha construido los reservorios Chailhuagón y San José, en Cajamarca, y los de Puno para abastecer de agua a la agricultura y ganadería? ¿Quiénes remedian los llamados pasivos ambientales heredados de la minera estatal –del socialista Juan Velasco–, indolente con la naturaleza y las comunidades andinas? ¿Quiénes hacen cierres de mina exitosos transformando los inhóspitos parajes andinos con flora y árboles nativos? ¡Quienes realizan todas esas actividades son la minería y las empresas dedicadas al aprovechamiento de los recursos naturales! El Estado por sí solo es incapaz de desarrollar esos proyectos que benefician a la población y al entorno natural. No olvidemos que durante la pandemia las inversiones privadas han actuado de manera solidaria con el país.
El plan del círculo antiminero y las oenegés ideológicas vinculadas al marxismo es desprestigiar y causar alarma, difundiendo informaciones tendenciosas respecto a la explotación del litio en Puno. Semanas atrás señalaban que los yacimientos de litio habían sido vendidos, atentando contra los intereses nacionales. Ahora, que el litio no va porque atenta contra el patrimonio cultural.
Lo cierto es que el proyecto Falchani está asegurado técnica y económicamente, cumple con todas las normas y ha obtenido todos los permisos correspondientes. En mayo próximo terminará el proceso de transferencia y fusión de acciones. American Lithium Corp. –la empresa que desarrolla en Nevada el proyecto de litio más grande de Estados Unidos– ha comprado una parte importante de acciones de Plateau Energy Metals, propietaria de Macusani Yellowcake SAC en el Perú. De esta manera, las proyecciones de Falchani se hacen viables, con las inversiones del nuevo socio estratégico. Entre las 151 concesiones otorgadas a la minera de origen canadiense, los 4.7 millones de toneladas de carbonato de litio encontrados representan uno de los yacimientos más grandes del mundo.
Además, en el yacimiento de Chacaconiza la roca de litio –limpia y libre de impurezas, de grado batería al 99.74% de pureza– el litio está acompañado de potasio. Como se sabe, el potasio es uno de los tres elementos principales para la agricultura: potasio (K), nitrógeno (N) y fósforo (P). Fertilizante natural soluble en agua. ¡Buena noticia! El aprovechamiento del litio puneño ofrece además otra ventaja: útil y rentable para el desarrollo de la agricultura nacional.
Las posibilidades del litio son enormes. Según Ulises Solís, gerente de la minera Macusani Yellowcake, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) deberá estar aprobado en 2022, la licencia de construcción de la mina en 2023 y la producción debe comenzar en 2024. Todo esto después de un intenso trabajo con las comunidades aliadas de la minería moderna y responsable. Durante los primeros años se producirán 25,000 toneladas anuales de carbonato de litio; y antes del 2030, se alcanzarán las 60,000 toneladas para convertir al país en primer productor mundial de carbonato de litio.
¡Manos a la obra entonces! ¡Qué unos cuantos enemigos del progreso no detengan el país!
COMENTARIOS