Alrededor de 40,000 hectáreas de cultivos del proyecto ...
Trabas que debe enfrentar la nueva administración
En un reciente informe —Cuenta Satélite del Turismo 2015-2016— publicado por el Ministerio de Turismo y Comercio Exterior (Mincetur) se señala que el turismo receptivo se ha convertido en el segundo generador de divisas, luego de la agroexportación. El informe en mención indica que en el 2015 el ingreso de divisas en el turismo fue de 4,151 millones de dólares, en tanto que en el sector agroexportador fue de 4,324 millones. Además se señala que el sector turístico generó en el 2015 alrededor de 1.3 millones de empleos, entre directos e indirectos. Semejantes números sitúan entonces al turismo con un motor de crecimiento económico y con un enorme potencial que el nuevo gobierno debe consolidar.
A pesar de los resultados auspiciosos, el sector turismo enfrenta todavía algunos retos, como la excesiva y compleja maraña de trámites que hace difícil el inicio de nuevos emprendimientos. Otro problema para hacer más competitivo al sector es el déficit de infraestructura (aeropuertos, puertos, carreteras). Es cierto que existen esfuerzos desde el Mincetur para aligerar la pesada maraña burocrática que ahoga las iniciativas empresariales; por ejemplo, el diseño y ejecución de una Ventanilla Única del Turismo (VUT) que ahorraría alrededor de 50 millones de soles a los empresarios y reduciría el tiempo para otorgar permisos para proyectos turísticos (entre 90 a 180 días). No obstante, el programa piloto de la VUT debía haber empezado en febrero, y ya estamos en el epílogo del gobierno nacionalista.
Según un informe de prensa de la Cámara Nacional del Turismo (Canatur), por trámites y permisos postergados el Perú dejó de recibir en tres años (del 2013 al 2015) alrededor de 1,000 millones de dólares en inversión turística hotelera. El próximo gobierno debe insistir en reducir y simplificar los trámites administrativos y otorgar mejores incentivos a los empresarios del sector turismo.
Otro de los puntos débiles del sector es la brecha de infraestructura, que resta competitividad. Según la ministra del sector turismo, Magaly Silva, durante los cinco años del gobierno nacionalista se ha invertido 241 millones de soles; sin embargo no es suficiente. Según un documento del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) de las 77 áreas nacionales protegidas (ANP) bajo administración estatal (incluido Machu Picchu) solo 16 son aprovechadas para el turismo. La razón, según el documento de Sernanp, de que las otras 61 ANP no sean aprovechadas es por la carencia de infraestructura de calidad.
El Perú, como muchos países, se encuentra en una constante lucha para atraer inversiones y turismo receptivo. Sin embargo, el último reporte del World Economic Forum (WEF) coloca a nuestro país en el puesto 89 en el desarrollo de infraestructura, sobre un total de 140 países analizados.
El nuevo gobierno debe también persistir en nuevas formas de inversión mediante alianzas público privada; y restablecer el derogado Decreto Legislativo 1180, que permitía que empresas privadas gestionen y administren inmuebles considerados patrimonio cultural en situación de abandono o evidente deterioro. Vale recordar que desde la izquierda se desplegó una falsa narrativa con respecto a la D.L 1180 que, entre otras cosas, decía que Machu Picchu sería de los chilenos”.
En tanto, la demanda turística en el mundo ha crecido gracias al desarrollo económico de los países asiáticos. Por ejemplo, hoy existen más de 128 millones de turistas chinos que salen anualmente a buscar nuevos destinos. Entre los países integrantes de la Alianza del Pacífica (Colombia, Chile, Perú y México), Colombia ha desarrollados mejores ofertas para el turista asiático. El Perú tiene todas las oportunidades para consolidarse como el centro del turismo receptor en la región. El próximo gobierno tiene la tarea de extender las potencialidades turísticas de nuestro país.
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