El radicalismo sigue forzando asonada en el sur

En este portal hemos analizado con detalle los pronunciamientos y acciones de los líderes y organizaciones extremistas de izquierda, sobre todo en el sur peruano. En diversos informes anteriores advertimos que se prepara una asonada radical en el sur que tiene dos fines: el primero es un supuesto apoyo al todavía candidato Pedro Castillo, y el segundo la liquidación de la minería moderna. Estas acciones –todo lo indica– se realizarán entre el 16 y 18 de julio, buscando reeditar la experiencia de la “Marcha de los cuatro suyos”.

Este fin de semana pasado se realizó la denominada “Séptima Asamblea de Pueblo Originarios del Perú” en la ciudad de Puno. Las conclusiones de esta reunión, que congregó a varios de los principales líderes de las regiones del sur, fueron esencialmente dos: la convocatoria a un paro macrorregional para que se declare ganador al candidato Pedro Castillo, y una marcha hacia Lima para “presionar” a favor de la designación del “profesor” como jefe de Estado. 

Vale recordar que son varias las reuniones o “asambleas” que los mismos líderes de extrema izquierda han desarrollado desde hace algunos meses. Pablos Salas Charca, Jesús Paredes, Ronald Begazo, Luzmila Marroquín, Rufino Machaca son quienes están detrás de esas reuniones, todo ellos importantes líderes de izquierda que han organizado acciones violentas contra el desarrollo de la minería y a favor de la candidatura del radical Pedro Castillo.

¿De dónde viene el apoyo y la promoción de estas reuniones o “asambleas”? Para todos son conocidos los nexos y acercamientos de los referidos líderes de izquierda con organizaciones bolivianas y venezolanas. De hecho, es en Bolivia que se empieza a realizar las denominadas “asambleas”, que luego se extiende en las regiones sureñas del Perú.

Pero el tema no queda allí. Existe otra convocatoria de un denominado “Frente de las Regiones del Sur”, cuyos dirigentes, a través de un comunicado, han anunciado una huelga indefinida desde el 16 de julio, “en caso que no se declare a Pedro Castillo como ganador”; y además, “la urgente y necesaria nacionalización del litio y del cobre”. Este Frente lo componen en su mayoría dirigentes de la región Cusco, especialmente de las provincias altas, como Espinar o Chumbivilcas. Es decir, estamos frente a varios movimientos que los sectores extremistas de la izquierda que tienen un solo objetivo: “acciones de masas” para que se declare a Castillo como ganador. 

Pese a estas reuniones y pronunciamientos la izquierda radical no ha logrado convocar a las masas, que les comienzan a ser esquivas. Quizá esta situación se explique porque la ciudadanía ha salido a movilizarse masivamente en la capital exigiendo que las autoridades electorales respeten el debido proceso y contrasten las actas cuestionadas con los padrones electorales. Las reuniones ciudadanas en Lima han sido las más grandes de las últimas tres décadas y han sorprendido a la mayoría de observadores de la región.

Sin embargo es necesario advertir que el radicalismo antiminero del sur que siempre ha buscado paralizar las minas de la zona que producen más del 50% del cobre nacional, hoy desarrolla esfuerzos fallidos por vincular un tema electoral con su estrategias tradicionales en contra de la inversión en los recursos naturales.