Alrededor de 40,000 hectáreas de cultivos del proyecto ...
En el 2021 podría alcanzar los US$ 10,000 millones
Según cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, el valor de las agroexportaciones (tradicionales y no tradicionales) en el 2016 alcanzó los US$ 5,550 millones, 8% más que en el 2015 (US$ 5,128 millones). Semejante cifra señala que el sector agroexportador es uno de los motores del crecimiento de la economía y de la generación de empleo, y que ya representa un quinto del total de nuestras exportaciones. Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Suecia, Colombia, Canadá, Italia y Corea del Sur fueron los principales destino de los envíos agrarios tradicionales en el 2016.
Recientes declaraciones de funcionarios de la Asociación de Gremios Agroexportadores del Perú (AGAP) sostienen que existen razones para creer que en el 2021 el valor de las agroexportaciones se duplicaría. Una de estas razones es que el mercado asiático comprará alrededor de US$ 270 millones, cuando hace cinco años solo lo hacía por un valor de US$ 57 millones. Con la expansión de las clases medias en Asia, así como con los 17 tratados de libre comercio firmados por el Perú, nuestro país tiene una excelente ventana de oportunidad para que en el Bicentenario las agroexportaciones representen más de US$ 10,000 millones.
La zona norte del país (La Libertad, Piura, Lambayeque) aporta significativamente al crecimiento de la agroexportación. Días atrás el presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Mario Mongilardi Fuchs, sostuvo que el Gobierno central debe dedicar esfuerzos para mejorar la competitividad de la agroexportación en el norte peruano. Mongilardi puso de ejemplo la poca capacidad logística de los puertos del norte, especialmente el de Paita. Hoy muchos de los productos agrarios debe tomar el puerto del Callao para poder ser exportados. Aquello le resta competitividad a la agroexportación.
Además la agroexportación en el norte queda debilitada por la investigación de la justicia peruana contra la empresa brasileña Odebrecht, que está ejecutando varios proyectos de irrigación de suma importancia para el país, como son Chavimochic III y el proyecto Olmos. Como consecuencia, ambos proyectos están a un paso de su paralización.
Todo el enorme esfuerzo de la agroexportación puede reducirse si el Estado no afronta los desafíos para mejorar la competitividad. Un informe del 2016 del Banco Mundial reveló que el Perú debe trabajar en dos frentes para que la agroexportación se convierta en un motor de crecimiento sostenido: reducir la tramitología y construir infraestructura. Las terribles sequías que azotan al país, y que obligaron a que el gobierno declare a 17 regiones en estado de emergencia, ponen en peligro la inversión en el campo. Por ejemplo, en Piura, una región agroexportadora por excelencia, está en peligro la producción agrícola por un monto superior a US$ 570 millones.
Es necesario recalcar una de las principales razones para este buen momento de la agroexportación. La Constitución de 1993 liberalizó el mercado de tierras y el Régimen de Promoción del Sector Agrario (Ley 27360), promulgado el año 2000, declaró de interés prioritario la inversión en dicho sector. Ambos factores explican el dinamismo de la agroexportación en la última década. La inversión y el capital volvieron al campo, y han generado empleo con plenos derechos sociales y laborales, e ingresos que permiten superar la pobreza. La agroexportación es hoy un motor económico en tiempos de adversidad.
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