Agroexportación en rojo

Fenómeno del Niño Costero pone en emergencia el sector

Las regiones agroexportadoras de la costa norte han sufrido los embates de los huaicos y lluvias provocados por el Fenómeno del Niño Costero. Piura, Lambayeque, La Libertad y Tumbes, así como Ica, son las regiones donde el sector agroexportador es uno de los principales motores económicos. Hasta el momento los daños causado por los huaicos y lluvias en la infraestructura agrícola son incalculables, y sus efectos serán perniciosos. Se corre el riesgo de que la exportación de productos agrícolas ya no represente US$ 6,400 millones en este 2017, como proyectó semanas atrás el ministro de Agricultura, José Hernández. Vale resaltar que al Fenómeno del Niño debemos agregar el caso de la corrupción de las empresas brasileñas, cuyo resultado es la paralización de obras de infraestructura para la agroexportación (como el proyecto Chavimochic III).

Los datos publicados por el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), el grupo encargado de hacerle frente al Fenómeno de El Niño, indican que las lluvias y huaicos han afectado a más de 2,900 kilómetros de canales de riego, sobre todo en las regiones de Tumbes, Ica, Lambayeque y Ancash; en tanto que han destruido 640 kilómetros en la región Lima. Además han afectado a más de 21,000 hectáreas de cultivo (Piura, Ancash, Ica, Lima) y alrededor de 9,745 hectáreas han quedado absolutamente perdidas. Aunque es muy difícil predecir si se avecina una crisis del sector agroexportador, semejantes números denotan que la recuperación podría ser lenta. A los datos del COEN se suman las declaraciones del ministro de Transportes, Martín Vizcarra, quien señaló que la caída del puente Virú en La Libertad afectaría de forma directa a la exportación de los productos agrarios de los distritos de Chao y Virú, (pertenecientes a la primera etapa del proyecto Chavimochic).

En Piura, por ejemplo, la agroexportación es uno de los sectores más castigados por el desastre natural. Debemos tomar en cuenta que Piura representa el 13% del total de las agroexportaciones del país; es superada solo por Ica, con más del 20%. Según Marcella Mendoza, docente de la Universidad de Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), el costo de las lluvias en la agroexportación sería de alrededor de US$ 27 millones. Hasta el momento se han perdido alrededor de 1,400 hectáreas de banano; y si tomamos en cuenta que cada hectárea representa una inversión de S/. 10,000, entonces tenemos un grave problema. Semanas atrás, desde el Ministerio de Agricultura se sostuvo que la región Piura contribuye con el 5% del Producto Bruto Interno del país. Un estudio de la Universidad de Piura indica que la región exporta alrededor de US$ 500 millones en promedio al año en productos no tradicionales como uva, mango, palta y banano orgánico.

Según Mario Labérry, el director regional de Agricultura de la Región Piura, las lluvias ocasionadas por el Fenómeno de El Niño han causado daños por S/. 15 millones en la infraestructura hidráulica, vital para la agroexportación; un sector de gran importancia para la economía regional. Labérry también sostuvo que habrá pérdidas por alrededor de S/. 23 millones en cultivos que se dejarán de exportar. El funcionario regional agregó que el estado calamitoso de las carreteras y el colapso de sesenta puntos de infraestructura hidráulica en el Alto Piura causarán millones de soles en pérdidas para el sector agroexportador.

Si el sector agroexportador decae, sus efectos en la reducción de pobreza serán notorios. En los últimos quince años las regiones del norte y sur del Perú (Lambayeque, La Libertad, Piura, Tumbes e Ica) han experimentado un aumento de su clase media, la reducción de la pobreza y el crecimiento del empleo, como consecuencia de la irrupción de la agroexportación como motor de desarrollo económico. En Piura, en el periodo 2004-2014 la pobreza se redujo de 60% a 34%, casi 30 puntos porcentuales.

El gobierno pepekausa ha indicado que se entregarán bonos de S/. 1,000 por hectárea dañada. Aunque la iniciativa del gobierno es buena, la reconstrucción de la infraestructura debe hacerse de manera eficiente y a velocidad, porque el sector agroexportador es vital para las salud económica del país.