Iván Arenas
Vizcarra y el bumerán del acuerdo con Odebrecht
Los aportes del Club de la Construcción a la campaña de PPK
Estimado lector, no obstante lo que minimice la gran prensa tradicional, en las últimas semanas no le ha ido bien al presidente Martín Vizcarra. Las revelaciones de que el Presidente —quien fue el jefe de campaña de Peruanos Por el Kambio— sabía de los aportes económicos que las empresas del denominado “Club de la Construcción” hicieron a esa campaña han dejado sin piso al mandatario. El presidente lo negó en todos los idiomas; sin embargo, le sacaron un documento que lleva órdenes y firma suya. Así estamos.
Si a ello le sumamos que cuando Vizcarra era ministro de Transportes, una de las empresas aportantes se benefició con jugosos contratos con el Estado, entonces no queda sino pensar que de existir hoy una oposición fuerte estaríamos hablando de una vacancia presidencial. Pero eso es harina de otro costal.
El problema de Martín Vizcarra es que el acuerdo con Odebrecht puede ser un bumerán para él y su Gobierno. ¿Por qué? Antes debemos indicar que el verdadero objetivo del acuerdo no es revelar la corrupción con las empresas brasileñas, sino continuar con la denominada “campaña anticorrupción”, centrada solo en el fujimorismo y el aprismo. De lo contrario, no se habría firmado un acuerdo tan “entreguista”, en el que solo se investigarán cuatro obras.
Todo lo anterior es importante porque, como dijimos, el acuerdo puede ser un bumerán, en la medida que, a pesar de todos los esfuerzos desplegados por los fiscales Perez y Vela para encontrar culpabilidad en García o en otros actores de la oposición, no se les encuentre elementos suficientes para pedir detenciones preliminares o preventivas. Si bien el caso de García da para largo, hasta el momento no existen pruebas contundentes, como sí existen en otros expresidentes.
A pesar de que la gran prensa tradicional subió por los aires las declaraciones de Marcos Grillo (en las que revelaba que se habría pagado con dinero de la caja de sobornos de Odebrecht por una conferencia) lo cierto es que el ex presidente García la libra porque no hay mayores evidencias. Así son los hechos.
Para Vizcarra es urgente y necesario que los fiscales Perez y Vela puedan encuentren, sí o sí, mayores y mejores elementos para encerrar a García, lo que se ha convertido en el verdadero objetivo. Encarcelándolo el Gobierno podría continuar legitimado. Vizcarra no la pasa bien, no solo por las revelaciones de que sabía de todas las movidas del Club de la Construcción sino también porque su Gobierno no levanta vuelo más allá de la supuesta lucha anticorrupción.
Si el acuerdo firmado con Odebrecht no da pruebas concluyentes contra García, Vizcarra se debería preocupar.
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