Dardo López-Dolz
Un GEIN para el Callao
Sobre el incontenible avance del hampa en el primer puerto del país
Un homicidio cometido en el Callao, en hora de gran flujo de tránsito en la vía Pública, por una fuerza de tarea de 8 personas, aparentemente con armas automáticas, pone en evidencia la gravedad del problema en el primer puerto y sus efectos expandidos hacia Lima, donde operan a menudo las banda chalacas.
Históricamente, los puertos siempre han sido más peligrosos que el resto de las ciudades, la aparición del narcotráfico agravó esta situación, generando, por sinergia, la expansión a otras actividades ilegales, incluida la extorsión y el sicariato u homicidio por encargo.
El fácil acceso de estas bandas a armas provenientes de las FFAA y la PNP (jamás se han vendido en las tiendas ametralladoras o fusiles capaces de disparar ráfagas), el carácter sistemático del tráfico, la impunidad con que se exhiben con las armas a la vista, las reiteradas salidas airosas de los distintos procesos ante el Ministerio Público o el Poder Judicial, las fugas absurdas, el control celular de las operaciones criminales desde los propios penales, son elementos concurrentes que ponen en evidencia la existencia de un eficiente aparato de corrupción.
Si bien es cierto que el gobierno de Humala está ya en sus meses finales, lo que suma a la falta de decisión presidencial, poco aire político al mejor preparado Ministro del Interior de este Gobierno, algo puede empezar a hacer. ¿Por qué no replicar una adaptación del concepto GEIN para desarticular las bandas porteñas? Aunque sus resultados los vimos durante los primeros años del gobierno de Alberto Fujimori, esta unidad que capturó a Abimael Guzmán y su cúpula homicida, se organizó en las postrimerías del primer gobierno de Alan García, lo que demuestra que aún en las postrimerías un gobierno puede iniciar acciones relevantes. El inicio del Plan Colombia, por ejemplo, que dio frutos durante el Gobierno del Presidente Uribe, se inició con la decisión del Presidente Pastrana.
Lo bueno es que la decisión está en las manos del Ministro, como lo estuvo en las manos del recientemente fallecido Agustín Mantilla la creación del GEIN. No necesita pasar por el engorroso trámite de la aprobación del hoy dubitativo y desorientado Palacio de gobierno ni modificar norma alguna, es solo una decisión ejecutiva unipersonal que debería implementar la PNP.
El puerto y sus accesos, son parte importante del problema que hay que abordar. El actual régimen de tránsito hace muy vulnerables los camiones al asalto, la clonación documentaría y el ¨preñado¨ de los contenedores con droga. Hace falta atacar en simultáneo las bandas y la actividad que favorece su crecimiento y desarrollo.
Un sistema integrado de cámaras con identificación biométrica, conectado a los semáforos, manejados desde una central, haría más difícil la impunidad de los asesinos.
El Callao requiere un tratamiento específico, tanto por su carácter de puerto por donde transita más del 70% del comercio marítimo peruano, como por la vecindad con la capital, a la cual afecta severamente. Es inadmisible que la capital del Perú, sede del gobierno y de las principales industria y entidades financieras, esté a merced del accionar de las bandas delictivas.
Por: Dardo López Dolz
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