Arturo Valverde
¿Se dieron cuenta?
La clase media política busca polarizar al Perú
Desde hace un tiempo, los peruanos somos testigos de la manera en que se persigue destruir el sistema político. El arma, en este caso, ha sido el uso de la ley en extremo, la llamada “prisión preventiva”.
Veamos el caso de Fuerza Popular. Quien funda este partido es un ex dictador: Alberto Fujimori, un hombre sobre el cual hoy, nuevamente, se debate si morirá o no en prisión. Con el padre fuera del poder, quien tomó la posta no ha sido otra que la hija del dictador, Keiko Fujimori. ¿Cuál puede ser la formación política de Keiko Fujimori, salvo haber crecido con un padre que hoy es ejemplo del pragmatismo político y el autoritarismo, entre otras cosas?
En las últimas elecciones, Keiko Fujimori quedó segunda en la carrera a la presidencia. Se encontró con una tremenda mayoría en el Congreso, pero compuesta por gente carente de preparación política, salvo uno u otro. El resultado de esa disparidad, de ese desorden, lo tenemos hoy: renuncias, descalificaciones entre sus propios integrantes, traidores en sus filas. Era un grupo inmanejable.
¿Quiénes han sido los culpables de la situación actual que atraviesa Fuerza Popular? Un ala dentro del fujimorismo que ha practicado una política dura, de enfrentamiento, y que ahora les pasa la factura. ¿Quiénes están ahí? Luz Salgado, Úrsula Letona, Héctor Becerril, Cecilia Chacón, Jenny Vilcatoma, Alejandra Aramayo y sigue la lista. Le han hecho un gran daño. Keiko ahora se da cuenta, y sale a pedir paz. A pesar de todo esto, Fuerza Popular era una de las instituciones políticas más fuertes en el parlamento nacional.
Los enemigos del aprismo, que siempre han querido relacionar al Apra con el fujimorismo, no se dan cuenta que, en su caso, el Apra fue creado por un hombre que dedicó su vida al servicio del Perú. Un demócrata: Víctor Raúl Haya de la Torre. ¿Quién tomó la posta a la muerte de Haya de la Torre? Alan García, un hombre que sí tiene preparación política, y se formó para ser un número uno. Hoy, nadie puede discutirle su sitio. ¿Qué pasó con el Apra, a diferencia del fujimorismo? Ganó en 2006, y perdió una elección en 2016.
Ambas partidos tienen enemigos. En el caso del fujimorismo, está la izquierda nacional y un sector de la prensa, que viven del anti. En el Apra, quienes lo atacan no están afuera en las calles, sino dentro de su propia organización, y todos los días salen en las redes sociales a despotricar de Alan García.
¿No es acaso la clase media política que, en su mediocridad, buscan poner al Perú entre dos extremos? Derecha o izquierda. No quieren instituciones fuertes. No les interesa. A menos que exista una organización más poderosa que esté moviendo los hilos de la descalificación, usando la prisión preventiva y el derrumbamiento del sistema. ¿Qué se persigue con esto? Los peruanos, parece que no nos damos cuenta. Quizás porque no leemos y, por ende, no podemos entenderlo.
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