Realidad que supera la ficción

Sobre los rumores golpistas en medio de un panorama nacional complicado

Entre vuelos nocturnos de helicópteros ensayando persecuciones y evacuaciones nocturnas, la calma va retornando, ayudada por el saludable gesto democrático de Luis Ibérico y Pedro Cateriano. El humo no termina de disiparse y la pregunta que rebota en todos es ¿qué hubo realmente detrás de los rumores de golpe?

No es para menos, la última vez que un Presidente se vio agobiado por aprietos similares optó por tomar las de villadiego.

Si mi oficio fuese escribir novelas, juntando piezas podría escribir que hay o hubo intención alucinada de simular un golpe que justifique una fuga y asilo, endilgando responsabilidades inexistentes a un General sorprendido por la deliberada malinterpretación maliciosa de desplazamientos o inamovilidad militares, no sin antes dejar ¨resuelto¨ el problema fraternal vía indulto o fuga.

Pero para que un escenario así fuese posible más allá de la ficción, se requeriría no solo un Presidente sobrepasado más allá de su capacidad de entendimiento, hastiado de la presión que implica un país que no sabe como gobernar, en el que hasta un gobernador regional se atreve a amenazarlo cara a cara y una cónyuge aterrada por la amenaza latente de las rejas. Para eso haría falta una complicidad estúpida (o infantilmente ambiciosa) de uniformados y encorbatados con vocación de bonzo, ya que sería un ampay me salvo y que se jodan mis compañeros; además de suponer la existencia algún país dispuesto a recibir y protegerlos a cambio de nada y eso solo existe en la imaginación de quien no tiene noción de geopolítica, cuando el capital político se acerca a cero, la gratitud y la solidaridad solo se pueden alquilar y por tiempo escaso, pregunten a Vladimiro Montesinos.

Otra hipótesis novelística, habla de supuestas recientes consultas realizadas por un abogado cercano a Palacio, sondeando la viabilidad política de un hipotético indulto doble a Antauro Humala y Alberto Fujimori. La oportunidad barajada sería, según esa hipótesis, apenas venza el plazo para inscribir candidaturas presidenciales. Estaría impulsado por el llamado de la sangre conjugado con la creencia de que Alberto Fujimori en libertad podría eclipsar la candidatura de Keiko, cuyo triunfo temen tanto como el de Alan García, para quien ansían que caiga víctima de misiles brasileños antes de llegar al partidor.

Pero la realidad es bastante difícil para agregarle con irresponsabilidad poco patriótica esas conductas infantiles. Un fenómeno del niño en plena campaña electoral, en un país cuya inseguridad creciente ha motivado una peligrosa iniciativa de linchamientos, sumado a territorios políticamente inflamables como la yesca donde locales y bolivarianos compiten por el liderazgo para meterle candela, todo en medio de una desaceleración económica fruto, principalmente, de los errores del gobierno, aderezada por un entorno internacional muy volátil.

El vencedor  necesitará inmediato apoyo de las otras fuerzas políticas para enderezar la viabilidad política y económica del país. Deberá asumir con proyecto claro (no solo ideas) de cómo restaurar el orden, la seguridad física y jurídica, y la confianza en la institucionalidad democrática, cuidando no traspasar las fronteras de la legalidad. Para ello será imprescindible implementar desde el primer día la generación de inteligencia preventiva, mientras coordina el imprescindible esfuerzo conjunto de PNP, MP, PJ e INPE.

Para qué recurrir a la ficción entonces, si la realidad es ya bastante compleja.

Por: Dardo López-Dolz