Maria del Pilar Tello
Puno y la guerra tecnológica
¿Qué objetivos subalternos están detrás de tanta destrucción?
Seguimos viviendo días turbulentos y el único territorio del país en el que permanecen las protestas y la violencia exacerbada es Puno, un departamento víctima, lacerado en su turismo como gran fuente de recursos locales. Siendo la capital del folclore y una de las joyas de la corona, aparece empobrecida y disputada por ambiciones como las de Evo Morales y su proyecto de segregación regional llamado Runasur ¿Qué objetivos subalternos están detrás de tanta destrucción?
Vivimos una guerra fría global entre Estados Unidos y China por mantener o alcanzar la hegemonía en la tecnología. Ambos países usan todos los recursos, desde la competencia en la fabricación de los microchips hasta exigir la soberanía de los datos que mueven la economía digital. El maestro catalán José María Lassalle trae un criterio que incidirá en esta lucha abierta y será la disputa por las materias primas críticas. Y alude a un determinante elemento de producción, las llamadas tierras raras. Prevé una lucha que se intensificará hacia el 2025 cuando se reduzca significativamente la producción de estas tierras por agotamiento de sus reservas (*).
Las tierras raras son elementos químicos entre el grupo selecto de materias primas críticas como el cobalto, grafito, indio, litio, silicio, tungsteno o bismuto. Estas son esenciales, pero de extracción menos costosa, y están mejor distribuidas mundialmente y con mayores reservas. Lassalle explica que se trata de 17 elementos con nombres como lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio, lutecio, escandio e itrio, que abundan en la naturaleza, pero escasean en yacimientos de pureza concentrada. Sin estas tierras raras la revolución digital colapsaría ya que son esenciales para la fabricación de fibra de vidrio, celulares y computadoras, pantallas de plasma y tablets. Igualmente, las energías renovables no avanzarían sin las tierras raras que se emplean en las turbinas eólicas y en las baterías que almacenan la energía. Pero donde más relevancia han adquirido es en la seguridad.
Todo lo anterior queda demostrado con la guerra de Ucrania, donde la superioridad militar de las armas occidentales frente a las rusas se basa en capacidades y sistemas de combate más eficaces e inteligentes debido al empleo de tierras raras. Sin ellas no habría dispositivos de visión nocturna, drones, láseres de identificación de objetivos, satélites de seguimiento, tecnologías de sigilo o superaleaciones de blindados o de proyectiles. La dependencia es enorme. No hay digitalización sin estas tierras raras. Si su producción disminuye o es amenazada, se complica la recuperación económica asociada a la transformación digital, al crecimiento del poder innovador de las plataformas y a la aparición de nuevos modelos de negocio basados en algoritmos sofisticados y evolucionados.
¿Qué pasa si escasean las tierras raras y si, además, son monopolizadas por China? Este es el problema más severo que afrontará Occidente ya que, como advierte Lassalle, las previsiones indican que en el 2025 las tierras raras estarán en vías de agotamiento. Más grave aún, será China el único país que tendrá una cadena de suministro –completa y autónoma– de ellas. Y con ello una decisiva ventaja competitiva en la lucha por la hegemonía tecnológica en el 2050. Podrá limitar el crecimiento de su rival estadounidense al disponer del 40% de las reservas de forma directa, más el 12% de Rusia y el 22% de Vietnam(**).
Lassalle menciona la victoria de Lula en Brasil como buena noticia, ya que ese país tiene el 21% de las reservas mundiales y no parece dispuesto a alinearse con China. Se afirma certeramente que Puno y Arequipa están en el mapa de las reservas mundiales de las tierras raras. Evo Morales está de seguro alineado con China y podríamos entender así sus afanes segregacionistas. Ningún dinero y esfuerzo es poco si se busca disponer de este factor de triunfo que daría mucho poder. Esta hipótesis podría confirmarse. Piensa mal y acertarás.
* JOSÉ MARÍA LASSALLE. 2025: ¿crisis geopolítica digital? La Vanguardia. 26 de noviembre 2022
** JOSÉ MARÍA LASSALLE. 2025: ¿crisis geopolítica digital? La Vanguardia. 26 de noviembre 2022
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