Dante Bobadilla

Payasadas presidenciales

Vizcarra prefiere el show barato y los aplausos de la chusma

Payasadas presidenciales
Dante Bobadilla
22 de mayo del 2019

 

Nada es más aburrido que vivir en un país donde levantas una piedra y salta un salvador de la patria con una reforma fabulosa para arreglar el país. Estamos hasta el copete de estos iluminados. Nunca han podido arreglar nada con sus reformas, pero siguen apareciendo y reclamando que su reforma sea aprobada. El desastre de país que hoy tenemos se debe precisamente a la retahíla de reformas de los últimos 18 años, que han terminado por destruir casi todas las instituciones políticas gracias a ese bendito afán regulador de los iluminados.

De todas las reformas que necesita este país, la que menos importa ahora es otra reforma política. Hace tres lustros nos vendieron la ilusión de que la ley de partidos políticos era la panacea que necesitaba nuestra democracia. ¿Y qué pasó? Le abrieron las puertas a los vientres de alquiler y a las combis electorales. Es que no hay reforma perfecta.

Sorprende la inocencia de gente inteligente que se desgasta debatiendo sobre el voto preferencial, como si eso fuera relevante. Es una bobería que no va a cambiar la realidad electoral. Y cuanto más se metan a legislar sobre partidos políticos menos institucionalidad política tendremos. Vivimos ilusionados con la magia y el poder de las leyes. Pero, sobre todo, con el patético circo reformista con oportunismo político, pues se presentan como reacción a escandaletes mediáticos. Esta reforma pretende ser liderada por un gobierno de improvisados sin oficio político y de corte totalitario, que obedece a los intereses de la mafia caviar.

Basta ver en las redes sociales quiénes apoyan estas reformas que Vizcarra pretende imponer con tanta majadería. Son los sectores de la caviarada y el progresismo los que empujan a Vizcarra a confrontar al Congreso y a liquidar la institución parlamentaria, siguiendo el ejemplo de Maduro en Venezuela. Vizcarra aprovecha el escándalo del caso Donayre como pretexto para liquidar la inmunidad parlamentaria y ponerla en manos de un mediocre Poder Judicial, que no ofrece ninguna garantía de neutralidad política. ¿Acaso el mismo Congreso no desaforó ya al general Donayre? ¿Entonces a qué viene tanto escándalo?

Quienes están agazapados detrás de estas reformas son los chacales de la mafia oenegera, ansiosos de que los congresistas estén desprotegidos para tenerlos a merced de sus fiscales. Ya vieron lo que hicieron con Keiko Fujimori por no tener inmunidad parlamentaria. ¿Se imaginan lo que harían estos mafiosos con el Congreso si eliminan la inmunidad? Ah, pero no se meten con la inmunidad de los miembros del Tribunal Constitucional, y menos con la del presidente. Es más: pretenden eliminar la vacancia presidencial por incapacidad moral. Sinvergüenzas.

¿Qué autoridad moral tiene este Gobierno para imponerle al Congreso sus reformas políticas? ¿A quién representa? Ni siquiera tienen partido. Apenas una bancada de ayayeros esperando su turno para ser ministros. Este Gobierno solo representa a los intereses de la mafia caviar. Sus bases son las cloacas de las redes sociales. Su sustento es la prensa mermelera comprada con millonaria publicidad estatal. Y tiene Vizcarra la desfachatez de llamar “trampa” al derecho y facultad constitucional que tiene el Congreso para hacer leyes, evaluar y modificar las propuestas legislativas. ¿Qué se ha creído Vizcarra para pretender sojuzgar al Congreso exigiendo que le aprueben sus proyectos sin cambiarle una coma? ¡Faltaba más!

Nunca habíamos visto un presidente tan desubicado en política. Es un náufrago que acabó en la orilla equivocada después del hundimiento de PPK. Su mejor performance es como cómico ambulante, pues prefiere el show barato y los aplausos de la chusma. Por eso prefiere marchar por las calles y lanzarle tortazos al Congreso antes que debatir sus propuestas. Estamos ya cansados de las payasadas de Vizcarra. El Perú tiene serios problemas: aumentan los conflictos sociales, el crecimiento económico retrocede, hay más pobreza, la delincuencia se desborda, la educación está en crisis, el empleo sigue estancado esperando una reforma, etc. Vizcarra debe dejarse de payasadas políticas y solucionar los problemas de la gente, o irse a su casa. Ya basta de show.

 

Dante Bobadilla
22 de mayo del 2019

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