Raúl Mendoza Cánepa
Para ti, congresista
Tareas urgentes para salir de la crisis política
Tareas. Bajar la valla de la vacancia a 66 votos; es solo una norma reglamentaria. Los 87 votos derivaron de una exhortación del Tribunal Constitucional (TC) al Congreso tras la vacancia de Fujimori, no era usual vacar. Entonces, ¿por qué el miedo? Si tienes una empresa, ¿no tendrías más rigor al seleccionar a un aspirante y menos rigor en despedir a un empleado que te birla de la caja?
Hablemos de reformas constitucionales. El artículo 117 de la Constitución es la inmunidad del rey, el presidente solo puede ser acusado por traición a la patria, impedir las elecciones (…), disolver el Congreso y por impedir su reunión o funcionamiento. Esto es, toleremos a cualquier gobernante que lidere una organización criminal. En cualquier otro caso no puede ser acusado, soportemos y que se vaya sin “juicio de residencia” si vacar no alcanza. El vacío normativo permite a algunos decir que el presidente no puede ser investigado. Que sea ahora expreso que puede ser investigado, que cinco años diluyen las evidencias.
Que la reforma lo diga: “La acusación en la comisión permanente y el juicio político en el Congreso no requieren sustento de pruebas, sin perjuicio de la garantía del derecho de defensa”. No es necesario decirlo; pero los políticos, cuando están del lado malo, confunden maliciosamente el proceso penal con el juicio político.
El artículo 114 de la Constitución debería decir que, además de la incapacidad temporal y de hallarse sometido a juicio, el ejercicio de la Presidencia de la República se suspende por obstruir o interferir directa o indirectamente en cualquier investigación del Ministerio Público o en las actuaciones policiales que deriven de aquella.
Y ya que el artículo 168 de la Constitución no lo dice, añadamos que las leyes y reglamentos determinan los mecanismos de evaluación y promoción por mérito en los ascensos, y que el presidente está impedido de tener injerencia en los ascensos militares y policiales. A ver si se atreve con tal infracción constitucional.
Añadamos a la Constitución: “El congresista que venda su voto o lo intercambie por un beneficio es pasible de suspensión y luego de desafuero e inhabilitación permanente para toda función pública”.
¿Y qué tal esto?: “Se prohíbe la candidatura a cualquier cargo público de elección popular de aquellos ciudadanos que registran investigaciones por delito de terrorismo”. La inocencia se presume, pero el Estado Constitucional es un bien mayor. ¿Y esto?, como en Alemania: "Son inconstitucionales los partidos que por su ideario o sus fines persigan menoscabar o eliminar el orden fundamental democrático libre o poner en peligro la existencia de la república constitucional. Corresponde al Tribunal Constitucional declarar dicha inconstitucionalidad”. ¡Y qué tal si…?: “Toda decisión del Pleno del JNE procede siempre que esté constituido por todos sus integrantes”. Llamen al representante de los colegios de abogados más veterano.
¿Seguimos?: “La ONPE y el JNE están obligados a presentar los documentos de corroboración que los candidatos y autoridades soliciten”.
Es importante no reformar, sino elaborar una nueva ley de partidos; una con nuevas miradas, sin las decimonónicas, una que ponga los filtros desde la elección primaria. Más estable sería, además, un sistema electoral con 65 circunscripciones electorales y distritos binominales para procurar un efecto reductor sin valla y que los gobiernos regionales y municipios no sean diques de contención de la riqueza que es para el pueblo.
Sería necesario revisar la Ley General de Educación, algo desfasada, así como reivindicar la Historia del Perú como curso propio en clase y dar una panorámica en aulas del daño que causó el enemigo: el terrorismo del SL y el MRTA. Por cierto, no habría peor delito que la apología del terror y su justificación en clases. Aparte, como que ocho escalas magisteriales en la carrera docente ralentizan los incentivos. Podríamos seguir: por ejemplo, limitar la querella o prejudicializarla, pues pone en riesgo la libertad.
Hay varios buenos congresistas, pero la no reelección borró del diccionario “congresistas experimentados”. Digo, para quien quiera solucionarlo. Hay tantas cosas por hacer. Ah, eliminen la semana de representación o que sea bimensual y con análisis, diagnóstico y monitoreo. A veces puede ser solo un paseo.
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