Giacomo Ugarelli

Ojo con el elefante: Trump busca victimizarse

Ojo con el elefante: Trump busca victimizarse
Giacomo Ugarelli
19 de octubre del 2016

En Estados Unidos la política ha caído a su nivel más bajo

Las elecciones presidenciales estadounidenses están a la vuelta de la esquina, y a pesar de que las encuestas den una ventaja de aproximadamente once puntos a Clinton, aún es pronto para decir its all over. En las últimas semanas Trump ha ido en caída. Su candidato a la vicepresidencia, Mike Pence, parece tener más virtudes como presidente; Paul Ryan, entre otros líderes republicanos, dice “No” a Donald y hay una lista de alegaciones de víctimas de acoso sexual saliendo a la luz. Pero, a pesar de estar moralmente desacreditado, Trump sigue respirando y busca ahora una nueva estrategia: hacerse la víctima.

El pasado viernes 14 dijo textualmente: “Yo soy la Víctima”, acusando a la intensa campaña en su contra desplegada por los principales medios de prensa en Estados Unidos y lo que él denomina el establishment. Ha rechazado las acusaciones de acoso que pesan sobre él, señalando que se tratan de historias fabricadas. Y antes del segundo debate, Trump se presentó con algunas mujeres que declararon haber sido víctimas de los Clinton: por el supuesto acoso de Bill y el silencio de Hillary.

Ahora la campaña de Trump, con una habilidad política al puro estilo de Maquiavelo, está intentando sacarle ventaja a la situación, e irónicamente utilizar las críticas a su favor. Por ejemplo, durante el segundo debate Trump se quejaba de ser injustamente interrumpido por los moderadores, apuntando que Clinton hablaba más de su tiempo correspondiente. Videos en las redes sociales de Trump muestran estos momentos, llamándolo un debate de uno contra tres (Trump contra Clinton y los dos moderadores).

Otro dato es que, según las encuestadoras, Trump perdió los dos primeros debates. Eso sí, como claramente se mencionó, los encuestados eran mayoritariamente demócratas. Un país como Estados Unidos tiene los recursos para hacer una encuesta más neutral, con el mismo número de encuestados tanto demócratas como republicanos. Estos simples fallos le dan a Trump la justificación para proclamar que existe una campaña en su contra. Además, la falta de neutralidad de las encuestadoras no ayuda a los votantes americanos, ya que muchos seguidores de Hillary podrían contemplar no salir a votar si ven que su candidata ganará las elecciones.

Es evidente que la política ha caído a su nivel más bajo. Se acusa a un candidato y al marido de la otra de haber sido acosadores sexuales; pero nadie —entre los partidarios de Clinton o de Trump— ha debatido en profundidad que harían al respecto con el sistema judicial americano, que deja en libertad a la mayoría de violadores. Dicho esto, se puede afirmar que las quienes menos están siendo consideradas son las víctimas del acoso en sí. Ambas campañas parecen decir “si eres víctima, acompáñanos y utilizaremos tu desgracia para hacer daño al otro candidato.” Las víctimas son las víctimas, y las estrategias de campaña deberían dejar de equivocarse con errores que les den a ambos candidatos las justificaciones para decir “soy víctima”.

 

Giacomo Ugarelli, MSc International Public Policy - University College London, profesor de Análisis Internacional UPC

 
Giacomo Ugarelli
19 de octubre del 2016

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