Juan Carlos Valdivia
Mismas prácticas, menos poder
Al parecer los Humala mantendrán hasta el fin su rechazo a todo acuerdo político.
Cuando uno ve las fotos de la reciente reunión de la Alianza del Pacífico, no puede sino preocuparse por la forma como se presenta al país. En la reunión de los cuatro presidentes, sentada entre ellos la señora Heredia. Y luego, en las reuniones oficiales, la señora Heredia sentada detrás del Presidente como si fuera parte de la comitiva oficial. Es decir, a la señora Heredia ya no le basta con hacer notar su poder a nivel nacional, ahora pretende hacerlo a nivel internacional.
A pesar de lo que señalan las encuestas, en el gobierno no se ha tomado conciencia del daño que le ocasiona la omnipresencia de la señora Heredia o simplemente ya nadie puede detenerla. ¿No debería advertir la Canciller de lo inapropiado de su presencia? Los ministros son los primeros en tener la obligación de establecer los límites a la esposa del Presidente, pero como hemos visto estos cuatro años, ellos reconocen en ella a un superior, a alguien a quien piden autorización, así carezca de mandato legal.
Es lo que obliga al Presidente a tratar de hacer una defensa de su esposa. Pero no lo hace por actitud caballerosa, sino por proteger a quien detenta el poder. Por eso la argumentación exagerada, que busca victimizar a su cónyuge, e identificar como abusiva –comparándola con un juicio popular- a la investigación que hace la comisión Belaunde Lossio.
Es claro que el abuso del poder les comienza a pasar factura. Se avecina un cambio en la dirección del Parlamento y es claro que la oposición asumirá la conducción a pesar de los esfuerzos desde el gobierno por presentarla dividida. Las encuestas hablan de un creciente rechazo al gobierno, mostrando cómo las denuncias sobre los gastos y las cuentas sin explicación de la señora Heredia dañan su credibilidad y, con ello, la de su esposo, formalmente el presidente de la república.
Sin embargo, en lugar de plantear un esquema distinto de relacionarse, los Humala Heredia creen que lo pertinente es seguir agudizando las contradicciones con la oposición. Ante la continua disminución de sus congresistas (hasta la robacable renuncia al nacionalismo), los Humala no se han planteado siquiera la posibilidad de formalizar nuevas alianzas. Por ejemplo los votos de Solidaridad Nacional, que serían fácil de obtener de plantearse un acuerdo con el alcalde de Lima, tampoco los cultiva, mostrando mano dura para con el municipio limeño, como si buscara asegurarse de que Solidaridad Nacional se alinee con la oposición.
Mientras tanto, se nota en algunas de las figuras prominentes del nacionalismo en el Parlamento un discreto alejamiento de palacio de Gobierno. Daniel Abugattas y Marisol Espinoza no se preocupan en mostrar abiertamente sus discrepancias con el Ejecutivo. Incluso entre congresistas de la oposición hubo consultas respecto a si apoyarían una candidatura de Marisol Espinoza a la presidencia del Congreso, si ella renunciara al nacionalismo.
Lamentablemente, los Humala Heredia dan señales que el último año de su mandato mantendrán el mismo esquema de gobierno, sin darse cuenta que ya no cuentan con el mismo poder.
Por Juan Carlos Valdivia
06 – Jul – 2015
COMENTARIOS