Manuel Gago
Las “derechas” reaccionan
Con candidaturas de talla mayor
El marxismo avanza apropiándose de los reclamos populares e imponiendo dirigencias en colectivos ciudadanos con propósitos políticos, en lugar de plantear soluciones frente a la pobreza, el desempleo y la informalidad que afectan al país. El objetivo de los comunistas –agitadores populares inigualables– es profundizar las desigualdades sociales con el fin de crear escenarios de desesperación, odio y violencia.
Por su lado, las izquierdas peruanas han logrado políticas públicas por encima de las necesidades básicas de la población, mediante asesorías y consultorías que el Estado contrata permanentemente. Políticas destinadas al dispendio de los presupuestos del Estado, empleos públicos improductivos y programas sociales inútiles, sin resultados visibles. La violencia contra la mujer, la desnutrición infantil, la exclusión y el racismo continúan igual. Parte de los tributos del sector privado son destinados a consultorías siempre de los mismos, y asesorías que establecen protocolos, consumos y privilegios; en lugar de proyectos relacionados con educación, salud, seguridad, sistemas de saneamiento, electricidad y comunicaciones para ofrecer bienestar. Las obras públicas no terminan y si terminan están mal hechas o son inútiles. Cerca de 25 proyectos hídricos para expandir la agricultura están detenidos por corrupción o por expedientes técnicos mal elaborados, o bloqueados por las dirigencias marxistas con el fin de paralizar la economía.
Y Sendero Luminoso (SL) no es un remanente como usualmente se afirma. Para los millennials y desmemoriados, los maoístas no son un peligro para la viabilidad peruana. El senderismo es el mismo que volaba torres de electricidad, hacía explosionar coches bombas, organizaba paros armados, reclutaba comisarios de calle para vigilar a los vecinos y realizaba asesinatos selectivos con el fin de aterrorizar a la población. La máxima del senderismo no ha cambiado: destruir la economía para capturar el Estado. SL tiene presencia en las universidades, colegios y colectivos ciudadanos de todo tipo. En la Amazonía controla el narcotráfico, la tala ilegal y el contrabando de madera. Asesina a trabajadores de las concesiones forestales para espantarlos de la selva. En los bosques, el senderismo se impone por la ausencia del Estado.
En este escenario de ataque constante contra las libertades individuales, económicas y políticas por parte del marxismo, y frente a la improvisación visible en el manejo del Estado, las “derechas” –según los izquierdistas– están reaccionando. La inviabilidad peruana es real si el país continúa por la misma senda. Por la descomposición política y social –evidente y nauseabunda– el destino de los más pobres será peor y los planteamientos de Karl Marx serán realidad: eliminación de la propiedad privada, abolición de los derechos fundamentales, nacionalización de la economía y control social permanente (los protocolos establecidos durante la pandemia del coronavirus son un ensayo de vigilancia ciudadana). Además, por el marxismo surgen los odiadores e indignados antifujimoristas y antiapristas. Porque el aprismo y fujimorismo son barreras contra un Estado socialista.
Frente a una “dictadura del proletariado” en marcha –desde el mafioso Grupo de Puebla (Foro de Sao Paulo), con el fin de apoderarse de las riquezas naturales– surgen candidaturas presidenciales de talla mayor para la próxima contienda electoral. Roque Benavides, considerado el empresario más poderoso del país, se inscribió en el Partido Aprista Peruano (PAP). Benavides es hijo de Alberto Benavides de la Quintana, figura emblemática del sector minero, y sobrino nieto de Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (Apra). Asimismo, Fernando Cillóniz, ex presidente regional de Ica y también reconocido productor agrario, se inscribió en Todos por el Perú (TPP). Cillóniz y Glodoaldo Álvarez, ex presidente de la región Huancavelica, demostraron capacidades de integración cuando acordaron aprovechar el agua proveniente de Huancavelica para acumularla en las represas Pariona, Suytupampa e Ica. Hernando de Soto –economista y pensador de talla mundial, autor de El otro Sendero (la informalidad peruana propiciada por el mismo Estado)– se inscribió en Avanza Perú junto con otro empresario de nivel mundial: Carlos Añaños, del grupo Añaños Jerí, creadores de la popular Kola Real.
Hoy la participación del electorado es crucial. Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el 75.44% de los votos válidos de las elecciones presidenciales 2016 en primera vuelta electoral representó propuestas contrarias al absolutismo y estatismo de los marxistas e izquierdistas. Una voluntad popular que se mantiene.
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