Hugo Neira
La Transformación de la Hoja
Si Cateriano es hombre de Mario, estos meses serán los del emisario del garante.
Había una vez un escritor chino que no era maoísta, se llamaba Lin Yutang, autor de libros filosóficos y divertidos como La importancia de vivir, en los Estados Unidos obviamente, porque en Pekín lo hubieran colgado. Ese filósofo decía cosas sensatas. Por ejemplo, «ojalá vivas en una época interesante». Lo decía para echar una maldición. Lo peor que le puede pasar a un chino —y a un peruano— es vivir en una época interesante. Hay desconcierto, hambruna, guerras civiles.
El tema Cateriano. Quién sabe, interesante. Partamos, pues, de un par de puntos al parecer consensuales. Primero, el señor Cateriano es demócrata y un hombre de carácter, lo dice mucha gente. Segundo, Vargas Llosa retoma su rol de garante. Diría que hay un tercer punto: se le ve al presidente Humala muy enojado. Hay que ponerse en su lugar. Si el ciudadano Cateriano es el hombre de Mario, entonces, estos meses van a ser los del emisario del garante. Podrá el Presidente hacer algunas cosas, las que necesitan él y su señora esposa para tener una futura bancada. Eso es todo. En cuanto a un golpe, Cateriano dirá no, o se va. Y entonces entraríamos a una época a lo Lin Yutang, interesantísima.
Cómo no va estar de mal humor el “Señor Presidente” (les dicen en México, donde por encima del mandatario solo está la Virgen de Guadalupe). Desde el inicio de su gobierno, él se buscó esa hipoteca. ¿No le pidió apoyo a Mario en Madrid? Eso es como el encuentro de Guayaquil, guardando las proporciones, entre Bolívar y San Martín. Nunca sabremos qué se dijeron. De Guayaquil regresa San Martín al exilio, a la nada. La diferencia es que Humala se quedó. ¿Para qué? Nadie lo sabe. Adiós a la Gran Transformación. Le dieron la Hoja de Ruta. Sin inquina, lo pondré en los términos del profesor Parodi, de la Pacífico “Significó un giro a la derecha basado en el libre mercado y la apertura al exterior”. Y ni siquiera eso, capituló en Cajamarca ante el cura Marco Arana y un capitoste de Patria Roja, Gregorio Santos. Conga no va. Ni los 200 proyectos de la Confiep. Encima, se le muere Chávez y se desacelera la economía mundial.
¿Y qué pasa si no le gusta la Hoja de ruta? Y si después de todo ¿Humala tiene su corazoncito de izquierda? No lo han dejado ni menearse, ni PetroPerú ni nada. ¿Y ahora el garante le pone Comisario político liberal? Esto ya se está pareciendo a una Regencia, joder. De esas, coño, que en Monarquía se la chantan a los reyes cuando son chibolos. Y entonces ni Gran Transformación ni Hoja de ruta, sino ¡la Transformación de la Hoja!
Bien mirada, la actual Regencia no está del todo mal. Sabe Dios qué tramaba. Su promoción militar ocupa puestos claves. Eso de la separación de poderes no lo entiende. Cree que la Cámara no es sino una oficina de aprobaciones. Es lamentable que el Perú necesite tutores. Lo de Mario, después de todo, limita un poder errático. Faltan 15 meses para que el Perú retorne a su Soberanía. El 2016, quien gane no necesitará de garantes. PPK, García, Keiko o un Outsider. Ya en el Sillón, recuperará el derecho al error. No hubiera estado nada mal alguna reforma del Estado con Humala, o del lado liberal, “reformas de segunda generación”. Pero nada de nada. Un garante es una figura innecesaria en sociedades modernas. Pero el Perú, grande en tantas cosas, en política es un menor de edad. El niño, con dos siglos a cuestas, no crece. De ahí esa suerte de apurado virreinato con padrinos, tutores, garantes y regentes. Veremos qué viene.
Por Hugo Neira
06 - Abr - 2015