Renatto Bautista
La reforma constitucional sobre los movimientos regionales
Clubes de independientes que quieren el poder solo por el poder
El Pleno del Parlamento aprobó, en primera votación, la reforma constitucional respecto a la eliminación de los movimientos regionales en su participación en las lides electorales. Ahora falta que en la nueva legislatura, que iniciará a finales de julio del 2024, el Parlamento en segunda votación ratifique esta decisión que, como ciudadano, respaldo plenamente.
Los mal llamados movimientos regionales son clubes de independientes, que como representan a una informalidad política, no desean militar en partidos políticos por lo que “organizan” a sus conocidos en la “misión” de llegar al poder, lamentablemente en muchos casos hacen del gobierno regional un botín como si fueran los godos comandados por Alarico al tomar Roma. Probablemente existan excepciones a este terrible mal que es la corrupción que cada vez afecta al Perú, como la lepra en la Edad Antigua en Occidente.
¿Por qué creo que los movimientos regionales deben ser eliminados del escenario peruano? En primer lugar, como repito, mayormente son clubes de independientes que quieren el poder solo por el poder, en segundo lugar considero que el reflejo de la política española es terrible debido a que ellos permiten que partidos políticos de tendencia regionalista, ellos los llaman nacionalistas porque propugnan la separación de comunidades autonómicas –equivalentes a nuestros gobiernos regionales– tipo Cataluña o los vascos se independicen de España, participen hasta de la elección en la Cámara de Diputados en Madrid.
Quienes sabemos de política española entendemos que estos partidos nacionalistas han degenerado en un golpismo permanente por su abierta rebelión y/o sedición contra el Estado – nación español además dan un pésimo ejemplo a demás movimientos irredentistas y nacionalistas en todo Occidente. En esa lógica, considero que hay movimientos regionales en los andes del sur del Perú que abogan por la construcción de un “estado aimara” o la fusión de dicho hipotético estado con Bolivia, lo cual da un ejemplo más de la traición que estos malos ciudadanos tienen al Estado peruano.
La democracia peruana no debe ser boba y eliminar, en segunda votación por el parlamento, a los movimientos regionales para así evitar que el Estado nación peruano se implosione como es el vil deseo de una ideología desfasada e irredentista. Acabo este artículo refutando a uno de esos falsos oráculos que dice algo así: “Si se elimina a los movimientos regionales, habrá más radicalismo contra la clase política”.
Lamentablemente, somos una sociedad a la que se deforma en absurdos resentimientos sociales por lo cual esa subjetividad siempre –haya o no la existencia política de los movimientos regionales– es un caldo de cultivo de resentimientos sociales que lamentablemente terminan en una votación por una candidatura que represente demagogia y estafa permanente además no se le quita derechos políticos a ningún ciudadano ya que pueden inscribirse en cualquier partido político.
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