Renatto Bautista
La redención de Kanon
Una lectura cristiana de “Los caballeros del Zodiaco”
Siguiendo con la lógica argumentativa de mi anterior artículo, titulado “La redención de Anakin”, publicado el lunes 15 de enero en este prestigioso medio de comunicación virtual, me permite otro personaje de ficción llamado Kanon Dragon Marino o Kanon de Géminis reflexionar sobre la trascendencia de la redención ya que en el actual relativismo moral de nuestras sociedades se vende la falacia de que alguien es malo y morirá siendo malo, como si Dios no nos dio el libre albedrío para tomar una decisión sobre qué camino elegir.
Kanon Dragon Marino o de Géminis, es un personaje de ficción de Los Caballeros de Zodiaco – fue el hermano gemelo de Saga de Géminis, la enorme diferencia era que Saga se presentaba, ante el mundo, como un caballero dorado bueno mientras que Kanon solo quería el poder absoluto. Por eso, Kanon intentó llevar al sendero del mal a su hermano con el objetivo de asesinar a la bebé Atena. Por esta acción, Saga encerró a su hermano en una cárcel al lado de mal, pero lo cierto es que por esa acción desencadenó el mal en Saga al grado que este personaje asesinó al anciano Patriarca Shion de Aries y se terminó autoproclamando Patriarca en Atenas. En esta coyuntura, Kanon encuentra el tridente del dios Poseidón que lo llevó hacia el templo marino debajo del Mar, liberó a Poseidón del jarrón donde estaba su “alma”, pero Poseidón le pidió que lo despertará cuando el niño Julián Solo cumpliera 18 años, pero la maldad de Kanon fue jamás despertar a Poseidón, utilizar su poder para controlar a los otros generales marinos y de esa manera manipular a Poseidón para su objetivo maquiavélico de controlar el mundo. Luego, manipuló a Poseidón para controlar a Hilda de Polaris, al colocarle el anillo de Nibelungo, y así utilizar a los caballeros leales a Hilda en su lucha contra los caballeros leales a la diosa Atena, como los caballeros de Bronce vencieron a los caballeros leales a Hilda, la guerra continuó en el Templo de Poseidón, debajo de mar. En esta circunstancia, Kanon Dragon Marino utiliza a los otros seis generales marinos con el objetivo de eliminar a los caballeros de Bronce, leales a Atena.
Lamentablemente, para los planes de Kanon, se enfrentó contra Ikki de Fénix, que, a través del golpe fantasmal, descubrió todo el plan maquiavélico de Kanon que era controlar el mundo, utilizando a Poseidón en una guerra total contra Atena. Indudablemente, los caballeros de Bronce y Atena vencieron, pero no asesinaron a Kanon que se quedó viendo la destrucción del Templo por grandes olas del mar.
Tras la guerra contra Poseidón, vino la guerra contra Hades donde Kanon se redimió de su anterior mal, al ponerse al servicio de Atena y convertirse en un caballero dorado como Kanon de Géminis. Ya en el mismo combate en el averno, Kanon se enfrentó con el más fuerte caballero de Hades que fue Rhadamanthys. En un acto de redención total, Kanon se libera de su armadura dorada -que va hacia el punto donde resucitó su hermano Saga- y se sacrificó matando en el mismo acto a su archienemigo Rhadamanthys. Una de las últimas palabras de Kanon, antes de morir fueron las siguientes:
“…Puedo irme en paz sabiendo que hice algo bueno por mis semejantes”.
Como reitero, Kanon es un personaje de ficción, pero me permite reflexionar sobre la importancia de la redención que yo sí estoy convencido que hasta la personal más mala, puede tomar la decisión de dejar el mal y en base a una decisión de infinito amor hacia el prójimo puede salvar su alma. Por eso, en el Nuevo Testamento, Cristo tiene la parábola de la oveja perdida porque en la infinita misericordia de Dios siempre va a perdonar cuando existe el ánimo de arrepentirse y redimirse.
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