Mariana de los Ríos
La madre: un thriller para “señitos”
Jennifer Lopez incursiona en el cine de acción
Hay estrellas de Hollywood que trascienden su estatus de actores para convertirse en celebridades con infinidad de seguidores en todo el mundo. No importa que sean buenos o malos actores, sus películas tienen asegurada una buena recaudación simplemente porque ellos son los protagonistas; y por eso se pueden dar el lujo de incursionar en todos los géneros. Es el caso de Adam Sandler, de Will Smith (hasta antes del famoso bofetón a Chris Rock), de Dwayne Johnson (La Roca) y de Jennifer López –JLo para los fans–, quien luego de hacerse famosa como cantante y actriz de comedias, ahora incursiona en el thriller de acción con La madre (The mother, 2023), actualmente la película de Netflix más vista en el Perú y otros 80 países de todo el mundo.
JLo interpreta a una ex miembro de las fuerzas especiales de Estados Unidos, cuyo nombre no se revela. Es una experta en armas, cuchillos y combate cuerpo a cuerpo, con un impresionante número de “muertes confirmadas”, según se nos informa. Después de dejar el Ejército, se involucra en el tráfico de armas junto a Héctor Álvarez (interpretado por el actor mexicano Gael García Bernal), y Adrian Lovell (el británico Joseph Fiennes). Durante este tiempo, la protagonista queda embarazada de uno de ellos (nunca se dice cuál). Con el nacimiento de su hija, la protagonista deja el mundo del crimen. El FBI le ofrece amnistía, pero solo si entrega a su hija a las autoridades de adopción y asume una nueva identidad en Alaska. Sin embargo, años después, ella descubre que sus antiguos socios criminales están interesados en secuestrar a su hija –Zoe, interpretada por la mexicana Lucy Páez–, que ya tiene 12 años. Es entonces cuando se da cuenta de que debe enfrentar a sus ex colegas y proteger a su hija a cualquier costo.
Por supuesto JLo no defrauda a sus seguidores, en su mayor parte mujeres de la edad de ella (alrededor de los 50 años) y les da lo que siempre esperan encontrar en sus películas: la historia de una mujer empoderada, independiente y segura de sí misma; y que tiene que enfrentar un gran desafío. Y lo hace de la manera más radical, con muchas escenas de acción trepidante: desde el inicio, una emboscada con balacera y muchos muertos; hasta el final, una emboscada con balacera y muchos muertos (esta vez en las nieves de Alaska). En el medio vemos una persecución implacable en calles cubanas y muchas otras buenas secuencias de acción, en las que los bellos paisajes son muy bien aprovechados por Ben Seresin, el director de fotografía de la película. Sí, la belleza y el glamour, otros dos atributos que caracterizan a las películas de JLo, están aquí casi exclusivamente en los paisajes. Pero no falta la escena en la que JLo luce su famoso trasero (enfundado en un estrechísimo vestido blanco) o un lujoso y hermoso abrigo de pieles, que la protagonista usa en sus cacerías rutinarias en Alaska.
Pero hasta ahí llegan las “virtudes” de la película, porque en todos los demás aspectos le encontramos serios problemas. La trama está llena de huecos y remiendos (queda mucho por explicar sobre el pasado de la protagonista o sobre por qué repentinamente hay tantas personas tratando de secuestrar a Zoe), los personajes secundarios están poco trabajados (García Bernal y Fiennes son desperdiciados, convertidos en unos villanos esperpénticos) y hasta el propio desempeño de JLo es cuestionable. Sabemos que ella no es una gran actriz (nunca la nominarán a un Oscar), pero al menos tiene un cierto talento para la comedia. Lamentablemente aquí está haciendo el papel más “serio” de su vida, tratando de verse como una mujer dura (“dura” a la manera de Clint Eastwood), que casi no gesticula ni se permite ningún atisbo de humor. Y que incluso cuando tiene que demostrar su amor maternal, lo hace enseñándole a Zoe a disparar o a pelear con cuchillo.
En balance, La madre es una película de acción entretenida, con muy buena fotografía y con producción y dirección –la neozelandesa Nikki Caro– aceptables. No decepcionará a quienes quieran ver la “última de JLo”. Y tampoco a quienes quieran distraerse un rato, desde la comodidad de sus casas, viendo algunas buenas peleas, hermosos paisajes naturales y, cómo no, a la siempre sensual y glamorosa JLo.
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