La lucha del siglo

El Apra y la lucha contra la ignorancia

Hace unas semanas, el Partido Aprista Peruano eligió a sus nuevos dirigentes, lo que llamó la atención de la prensa nacional y miles de peruanos que siguen de cerca su evolución en la historia. En este proceso se eligieron como secretarios generales a Elías Rodríguez —un trujillano de 42 años de edad— y Benigno Chirinos, presidente de la Confederación de Trabajadores del Perú.

¿Es un cambio generacional como pedían muchos de los militantes? Tal vez no sean muchachos de treinta años, pero son una generación diferente a la de aquellos que estuvieron al frente del partido en los últimos años, y de la de aquellos que se opusieron a ellos después de su elección.

Hace más de sesenta años el Apra tuvo un hombre como Luis Negreiros Vega, ancashino, autodidacta, sindicalista, representante de los motoristas y creador de escuelas sindicales. Luis Alberto Sánchez decía que él y otros más eran una estirpe muy difícil de igualar. Hoy, el Apra vuelve a tener un representante del frente de trabajadores manuales.

De igual forma, ustedes recordarán que hace muchos años Trujillo era una de las capitales de la intelectualidad. Para tener una idea bastaría con recordar lo que fue el Grupo Norte, que estaba integrado por hombres como Antenor Orrego, César Vallejo, Alcides Spelucín, Macedonio de la Torre y otros de primer nivel.

Mauricio Mulder, congresista aprista, dice en su columna “El gran salto hacia adelante” (El Comercio 18.07.17) que esta elección “es una vuelta a la esencia fundacional del frente de trabajadores y de los liderazgos sociales de base”. Es cierto, pero creo que también debemos tener en cuenta el frente de trabajadores intelectuales. La suma de ambos dan como resultado el Apra. Así lo definía Haya de la Torre en su artículo “¿Qué es el Apra?”, cuando decía que éramos “un frente unido internacional de trabajadores manuales e intelectuales, con un programa de acción común”.

Creo que así como los apristas le decimos al país “ya basta de gobiernos que no generan empleo ni reducen la pobreza”, también debemos plantear una lucha frontal contra la ignorancia, que es un mal tan peligroso como la corrupción. La batalla contra la ignorancia será una de las más grandes que libremos en el siglo XXI, siglo de la información y el conocimiento, y debe incluirse en nuestro programa de acción. El país debe saber que el Apra quiere que los peruanos lean.

Arturo Valverde