Arturo Valverde
La historia como argumento
El daño que hacen al país las campañas de odio
Esta mañana leía —en el retrete— las noticias que daban cuenta del viaje de Nadine Heredia a Suiza, cuando recordé a un burócrata que a principios del gobierno humalista me dijo: “Si quieres conservar tu empleo mejor mantén un perfil bajo”, con el tono autoritario que tienen aquellos que creen que el poder les durará toda la vida. Aquel personaje de la burocracia siempre llamó mi atención por la facilidad con la que cambiaba sus convicciones políticas. Toledista, nacionalista, Guzmán lover y ahora pepekausa. Toda una gran transformación. Me sorprendía la forma en que podía cambiar de bandera. Un día podías verlo vitoreando en los mítines de Keiko Fujimori y al otro día en primera fila con el ganador de las elecciones.
Ahora que he recuperado el derecho de opinión, veo con más calma este fragmento de la historia de nuestro país y pienso que hemos aprendido poco. Aquellos que siempre levantaron las banderas de la moralidad (como Fernando Olivera) o la honestidad (como Humala y Heredia) terminaron significando todo lo opuesto para la mayoría de peruanos. Nadine Heredia podría no volver. Y me pregunto cuánto daño hizo a los peruanos la campaña de odio que impulsaron los Humala-Heredia desde que llegaron al poder. Pero lo único que consiguieron fue que los peruanos digan que todos los políticos son corruptos, que sus instituciones no sirven, que la prensa miente y el sistema no sirve. Todo listo para refundar el país.
¿Qué ha pasado con aquellos a quienes el gobierno de Humala acusó de corruptos? ¿Qué pasó con sus megacomisiones? ¿Cuánto costó todo esto? A Alan García lo culparon de todo, como lo hizo el fujimorismo durante diez años. Al final, ¿quiénes están presos? La izquierda y la derecha de este país hicieron creer a los peruanos que Alan García se había fugado del país hasta que prescribieran sus delitos. ¿Dónde están los que lo acusaron? ¿Podrán seguir negando el intento de asesinato contra Alan García y lo que hicieron con su familia?
Toda campaña tiene un plazo para lograr su sostenibilidad y credibilidad. Cuando se prolonga por mucho tiempo, una campaña puede tener un efecto contrario o simplemente nadie le dará mayor cabida. Lo mismo pasa con la campaña contra el Apra por los llamados “narcoindultos” y la supuesta corrupción. La izquierda y la derecha deberán inventar una nueva estrategia cuando el Apra renueve sus cuadros y muestre sus nuevos rostros.
Yo sigo leyendo, miro las noticias, reviso la historia de mi país, escribo un nuevo libro y sigo pensando que lo mejor que podríamos hacer es decirles a los peruanos que lean más. Que lean su historia para no repetir los mismos episodios.
Arturo Valverde
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