Alan Salinas
La cuestión cubana
Protestas masivas podrían hacer caer al gobierno
Hace unos días, los cubanos han salido a las calles a protestar por la severa crisis que están viviendo, como producto de la pandemia. Si los cubanos ya estaban en una situación crítica anteriormente, la pandemia la agravó, evidenciando el colapso del sistema sanitario. Y ni qué decir del desabastecimiento de los insumos de primera necesidad. Los hijos de la isla ya no aguantan más.
Los cubanos, sin nada ya que perder, salieron a las calles al grito de “libertad” y “abajo la dictadura”. Y es que son 62 años de un régimen dictatorial en la isla cubana, en el que no ha habido elecciones libres (de “un ciudadano, un voto”), en el que ha habido –y sigue habiendo– control de precios, y en el que la libertad de expresión es inexistente. Cualquier cubano que discrepe cpon el gobierno se convierte en preso político.
Las preguntas de rigor frente a ello son las siguientes: ¿cómo así ha resistido tanto tiempo un régimen dictatorial en Cuba?, ¿estamos ante una situación de movilización social que llevará a una apertura hacia un nuevo régimen político y económico? Sobre el primer punto, si hay algo que le ha funcionado a la dictadura fue su sistema policial y de control social, que le ha permitido a lo largo del tiempo –a través de cámaras por toda la isla, policía política y espías– generar orden en la isla. Salvo el episodio de 1994, en el llamado periodo especial post caída de la Unión Soviética, en el que hubo una protesta masiva en La Habana contra Fidel Castro, hasta el día de hoy no se había podido apreciar movilizaciones masivas por todo el país tropical.
La ideología para la amplia mayoría de cubanos, como he podido apreciar en algunas entrevistas realizadas a académicos cubanos, ya no es un factor que contribuya al orden. Con el pasar del tiempo, muchas familias cubanas han visto que la burocracia del Partido Comunista, instalada en todas las instancias estatales, se ha enriquecido (o “aburguesado”) a costa de la necesidad de la gente. El castrismo, así como la Unión Soviética, dinamitó el sueño comunista.
Con respecto a la otra pregunta, es muy difícil aún dar por sentado si las protestas sociales desencadenarán un nuevo régimen político, donde las libertades políticas y económicas sean plenas; pero hay indicios de que esto puede suceder. Las protestas masivas han generado que en la ciudad de Camagüey varias comisarías hayan sido tomadas por los manifestantes, y el secretario general del Partido Comunista en esa zona ha sido secuestrado. La ciudad, de acuerdo a algunos reportes periodísticos, está en manos de la ciudadanía; y no del oficialismo dictatorial.
A esto agregamos la renuncia del viceministro del Interior, por la severa represión que vienen realizando los efectivos policiales a los manifestantes y por el apresamiento a periodistas y youtubers, así como a una corresponsal del periódico ABC de España. Estos hechos, claramente, son señales de que la situación en la isla puede cambiar.
Los cubanos merecen un futuro diferente, en el que lleven el destino de su país por la senda de la democracia. Y con las reformas correspondientes hacia el mercado y hacia una ciudadanía plena.
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