Inversión estatal extranjera en el Perú

El cierre del Congreso, la juramentación de Mercedes Aráoz como efímera Presidenta de la República y la necesidad de ir a instancias internacionales para ser escuchados sobre la forzada interpretación constitucional de Martín Vizcarra, ha puesto en el tapete una interrogante: ¿qué tantas cuerdas separadas en política y economía hay en países amigos que tienen inversiones en el Perú? No me referiré a emprendimientos de privados provenientes de otros países, que son importantes, sino a aquellos que provienen de capitales estatales.

Pongo en el tapete, el caso de cuatro países muy influyentes en la política internacional: China. Francia, Italia y Colombia. En el caso de los dos primeros, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por su parte, Italia forma parte de la OCDE y el G-20; mientras que Colombia es un país muy presente en la observación norteamericana por las guerrillas y el narcotráfico. Los países mencionados tienen grandes intereses empresariales estatales en nuestro territorio, hecho que no se pone en relieve. Por eso vale hacer un recuento para la reflexión.

Empecemos con China, cuya participación en el sector minero ha ido in crescendo. Es uno de los principales actores de la producción cuprífera en nuestro país, a través de los yacimientos de Toromocho, en la región Junín; además de Las Bambas, en la región Apurímac. A esto se suma la producción de hierro en Marcona. Y van por más con el proyecto Pampa del Pongo, en la región Arequipa. 

El estado chino no se ha quedado anclado en el sector minero. Participa en el sector de hidrocarburos, donde son los principales productores de crudo, con la explotación de los lotes X, VI y VII en la región Piura; y en sociedad con la argentina Pluspetrol, en el lote 8 en la región Loreto. Además son socios en el lote 57, en sociedad con la española Repsol, donde se produce gas natural (GN) y líquidos de gas natural (LGN).

A esto se suma que son los licenciatarios del lote 58, donde se ha comprobado la existencia de recursos de GN y LGN. Y a partir de este año, las corporaciones chinas también han incursionado en el sector electricidad, con la adquisición de la Central de Generación Hidráulica de Cheves y de la distribuidora y generadora Luz del Sur. 

En el caso de Francia, a través de su empresa Engie, cuyo accionista mayoritario es el Estado francés, es una de las tres principales generadoras de electricidad del mercado. Asimismo, el estado italiano, con su empresa de distribución y generación Enel, está entre las tres empresas líderes de producción y distribución en el Perú.

El caso colombiano no es menos que los anteriores. A través de la empresa municipal Energía de Bogotá son propietarios y operadores largamente mayoritarios de la red de transmisión de electricidad. El mismo grupo es el mayor propietario y operador de la red de distribución de gas natural por ductos, a través de las empresas Cálidda y Contugas, que operan en las regiones de Lima e Ica. En ésta última región se han convertido en el distribuidor único de electricidad, después de comprar Electrodunas. Finalmente, a través de la empresa Savia, son actores relevantes en la producción de crudo ligero, GN y LGN en la región Piura.

En resumen, las estatales extranjeras se han convertido en los principales agentes del mercado minero y energético. Y cuando de opinar sobre actos políticos se trate, el purismo no será tal, pensarán también en el dinero invertido dentro de nuestras fronteras.