“Hasta mi empleada entiende”

Sobre la violencia contra la mujer y sus alcances de nuestra sociedad

En una entrevista reciente, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía SNMPE, Carlos Gálvez, quiso demostrar que los reclamos de las comunidades de la zona de influencia del proyecto Tía María no tienen sustento en la realidad. Para ello, al terminar su explicación, sostuvo con desparpajo que él esperaba que sus argumentos pudieran ser entendidos ya que “hasta su empleada” lo entiende. El Sr. Gálvez buscaba así demostrar que el tema era tan simple que hasta su empleada doméstica lo entendía a pesar de su supuesto bajo nivel socioeconómico o educativo o tal vez por el hecho de ser mujer.

La violencia basada en género no es solo física. También es sexual, psicológica, económica y financiera. Naciones Unidas viene discutiendo cual será la agenda post 2015, y la erradicación de la violencia contra la mujer está siendo considerada como una de las nuevas metas.

La violencia de género es la mayor forma de discriminación contra la mujer. No es cosa de mujeres ni pertenece al ámbito privado. La violencia contra la mujer afecta a toda la sociedad y es reconocida como un problema de salud pública. Esto no solo por los costos que genera al estado en servicios de salud, sino además porque sus efectos se extienden a través de generaciones. La exposición de un niño a la violencia en contra de su madre es uno de los mayores factores de riesgo para que ese niño sea violento cuando crezca.

La OMS calcula que 35% de mujeres en el mundo ha sufrido violencia de género.  En el Perú el 69% de mujeres rurales entre 15-49 ha sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas. Mientras que la primera experiencia sexual del 24% de mujeres rurales fue forzada.

De acuerdo a un informe de la ONG Capital Humano y Social Alternativo, entre Enero del 2013 y Julio del 2014 se han registrado 885 víctimas de tráfico de personas a nivel nacional. Las regiones con mayor número de víctimas son Madre de Dios (178 casos), Cusco (167) y Puno (88). En estas regiones las víctimas son mujeres jóvenes y adolescentes y la finalidad de la explotación es sexual, sobretodo en campamentos mineros, bares y hostales. En lo que va del 2015 se han presentado 330 casos de tráfico de personas.

A nivel mundial,  la migración de hombres sin sus familias por razones de trabajo, como en el caso de los campamentos mineros, constituye un grave problema social ya que genera un mercado informal relacionado al sexo y a las mafias de tráfico de personas, afectando el tejido social de las comunidades de la zona influencia del proyecto.

¿Qué es lo que está haciendo el gobierno para reducir la incidencia de casos de violencia contra la mujer? Para eliminar la violencia contra la mujer se necesitan programas de prevención, incluir a hombres, adolescentes y niños en la discusión y ser explícitos en rechazar la violencia de género. La impunidad y la aceptación impiden su erradicación.

Y a pesar de que el Perú es uno de los países de América Latina con mayor incidencia de violencia contra la mujer, ninguna de sus lideresas políticas tiene una agenda de género que reconozca los problemas y plantee soluciones.

Curiosa forma la del Presidente de la Sociedad de Minería de tratar de explicar un conflicto social, recurriendo a un no-intencionado acto de doble discriminación.

  21 - May - 2015