Herberth Cuba
El SIS y el impulso del gasto público
Inyección de S/ 330 millones al Seguro Integral de Salud
Inyección de S/ 330 millones al Seguro Integral de Salud
La Comisión Permanente del Congreso de la República aprobó, el día 19 de julio, el proyecto de ley que dispone medidas presupuestarias destinadas a impulsar el gasto público en lo que resta del año. La finalidad es que las entidades del Estado, los gobiernos regionales y los gobiernos locales realicen acciones de gasto público para dinamizar la economía nacional. El proyecto de ley aprobado es un amplio recuento de transferencias. Sin embargo, por la naturaleza de la situación de la salud, la transferencia de hasta S/ 330 millones al Seguro Integral de Salud (SIS) tiene especial relevancia.
El proyecto de ley aprobado autoriza a realizar modificaciones presupuestarias a nivel institucional; es decir, es dinero del propio Ministerio de Salud (Minsa) que, por la naturaleza del sistema presupuestal, requiere una ley para transferir fondos al pliego presupuestal del SIS. Por ejemplo, se han transferido fondos destinados a consultorías por más de S/ 170 millones y otros ahorros más, hasta alcanzar la suma aludida. Es decir, se ha “raspado la olla” del Minsa para transferir fondos al SIS. Según la norma aprobada, el dinero serán utilizado para el financiamiento de la atención de los asegurados en los establecimientos de salud públicos, como los hospitales, centros y puestos de salud. Además, el SIS deberá informar al Minsa sobre el destino de los fondos transferidos, información que debe ser publicada en los portales electrónicos del propio Minsa y del SIS durante los primeros días del mes de enero de 2018.
La cifra es importante, aunque insuficiente para cubrir la totalidad de la deuda que mantiene el SIS con los establecimientos de salud públicos, que asciende a aproximadamente S/ 495 millones. Sin embargo, esta acción del Ejecutivo y del Congreso de la República reafirma el compromiso de pagar la deuda que se arrastra desde el 2011, y fortalecer la capacidad operativa de los servicios de salud públicos. Estos fondos podrán ser utilizados para cerrar las brechas en bienes, servicios y en el fortalecimiento de la capacidad de oferta, así como en atenciones de profesionales, demandadas por los usuarios.
Es obvio que luego del Fenómeno de El Niño costero y la ralentización de la economía, según la expresión del propio presidente PPK, no es momento para pagar deudas; salvo que al pagarlas se conviertan, desde el punto de vista económico, en una inversión, con impacto inmediato en la dinamización de la economía nacional. La eficacia y la eficiencia del SIS deberán demostrar con hechos la veracidad de ese supuesto económico. La inyección en la economía en modo rápido y productivo de S/ 330 millones a través del SIS contribuirá a dinamizar también al sector privado, que complementa sus actividades con el sector público, a través de la oferta de bienes y servicios. Es decir, un círculo virtuoso. El reto de SIS es actuar sin demora y cubrir esa expectativa.
A pesar de que se pagará más del 50% de la deuda, con justicia los actores involucrados con el quehacer sanitario manifestarán su insatisfacción. Es natural que exijan que se pague la deuda íntegra. Sin embargo, el funcionamiento del círculo virtuoso de la economía podría permitir la cancelación de la deuda en lo que resta del año. Esto significa que la capacidad de gasto de los establecimientos de salud deberá traducirse en rapidez y calidad de gasto. Sería un despropósito transferir el dinero para que se quede acumulado. Sería un golpe a la dinamización de la economía.
Se ha advertido que la deuda del SIS se arrastra desde antes del 2011, momentos de mayor crecimiento y expansión, en más de 2.5 veces (hasta el 2015) el presupuesto en salud. En ese periodo se fortaleció la burocracia, se crearon nuevas instituciones públicas —como el Instituto de Gestión de Salud (IGSS)— de gran consumo presupuestal, a pesar que la deuda del SIS crecía sin cesar. Aumentaba la burocracia, las trabas a la inversión, y se congelaron los salarios de los servidores públicos. La protesta nunca fue escuchada.
Desde el inicio de este periodo gubernamental, el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República, a través de la Ley que desactivó el IGSS, dieron señales claras de decisión política para destrabar, desburocratizar y transformar el sector salud, con la finalidad de optimizar los servicios de salud que se ofrece a los ciudadanos. La norma aprobada, que transfiere fondos al SIS, continúa en esa dirección. El reto es honrar las deudas, cumplir con los recursos humanos y fortalecer la capacidad de respuesta del Sistema Nacional de Salud.
Herberth Cuba García
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