Jaime Chincha
El naufragio electoral de la izquierda
Análisis de las tendencias electorales en curso
Un asunto trascendente se está pasando por alto luego de las últimas encuestas. Si bien las preferencias se reparten entre Keiko, PPK, Acuña, García y la novedad Guzmán, en todos los casos, salvo los matices populistas del candidato de APP, el elector tiene claro que la propuesta no pasa por un cambio radical del modelo económico. La oferta de Keiko, PPK, García y Guzmán bien podrían resumirse como demasiado similares, salvo los perfiles de cada uno de los candidatos.
Atrás están Toledo (condenado a la muerte política por el caso Ecoteva), los nuevos y desconocidos Barnechea, Nano, Ántero y demás. Y también los candidatos de la izquierda Verónika, Cerrón y Goyo, que sumados no llegan al 4% y, por lo tanto, no lograrían pasar la valla electoral. A estos últimos el elector los condena por intentar cambiar las reglas de juego de la economía, y ser percibidos como desfasados y violentistas.
No olvidemos que Verónika se ha juntado con todos los antimineros causantes de las protestas contra Conga y Tía María; Cerrón que se autoproclama un radical, que ya no prende en las masas, y que encima está ligado a Antauro; y Goyo, quien postula desde la cárcel. Semejante hecho solo puede pasar en el Perú; peor aún es que el propio JNE tenga el cuajo y la estupidez de aceptar su postulación. En resumen, entre los tres comunistas, las cosas huelen a funeral.
La oferta de Barnechea puede prender en el voto juvenil/caviar. Su discurso es estructurado, inteligente y con contenido. No creo que suba mucho, pero sí va a dar pelea; su aporte será el de darle agenda a la campaña, extrayendo de él algunas propuestas, referidas sobre todo a las que tienen que ver con el gas (conoce muy bien el tema) y el cómo poder construir viviendas para la gente.
La disputa, entonces, en las semanas que vienen, se centrará en si Acuña sube al segundo lugar y, con ello, los temores que levanta llegan a espantar al elector. Su fortaleza es vender la idea de que "él es un peruano como tú", pero el peruano a su vez es esencialmente aspiracional, por lo que si le sigue oyendo un discurso sin sustento, desarticulado y solo con el billete en la mano, su candidatura podría enfrentar un techo. Un escenario así desatará la pelea entre Alan y PPK, que compiten por un mismo elector; pudiendo darle pista abierta a Guzmán que, si no sigue jugando al doctor Jekyll y al señor Hyde, podría pasar a los apristas e incluso a PPK. Ambos se ven desgastados y con un ligero desánimo. Así que, o se ponen cafeína a la vena, o estarán resignados a ver la pelea entre Keiko, Guzmán y Acuña.
La buena noticia es que los candidatos de la izquierda serán borrados por la valla. El elector se cansó de los retrógrados que ofrecen el modelo chavista. No haber deslindado con Venezuela los ha mandado al cementerio electoral. Atrás parecen haber quedado los tiempos del temido giro en el modelo; el peruano de a pie busca que quien suceda a Humala lo supere largamente. El polo rojo y la Gran Transformación son parte del pasado. La gente quiere el segundo piso del modelo asentado en nuestro país desde 1992.
Por Jaime Chincha
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