Tino Santander
El gas y el fracaso del Estado peruano
El sur peruano postrado pese a los proyectos gasíferos
La Convención, provincia amazónica del Cusco, no tendría ningún interés, sino, fuera porque en sus extrañas están los yacimientos Camisea. El gas que usan las industrias limeñas y que cambio la economía peruana como afirman los especialistas. No es cuento, menos, un relato surrealista, La Convención, no tiene un hospital, los 10 distritos no tienen agua ni desagüe; el servicio de la empresa estatal Electro Sur Este, es denigrante, constantemente sufren cortes de luz y los funcionarios dan las explicaciones más pueriles que la población ya no tolera. El Presidente Ollanta Humala, en una de sus intrascendentes visitas a La Convención, fue recibido al grito de “fuera traidor”. Sin embargo, respondió: “la región cusqueña había recibido 10, mil millones de soles y preguntaba dónde el dinero.”
Humala, olvida que Jorge Acurio, ex gobernador regional, militante nacionalista, preferido de Martín Belaunde y de Nadine Heredia, construyo una bicapa para el uso de los camiones del consorcio Camisea que costó 600 millones de soles aproximadamente. Además, de ser peligrosísima, está en pésimo estado y sin mantenimiento. Los pueblos del medio y bajo Urubamba exigen una carretera asfaltada desde Echarati hasta San Francisco-Ayacucho-. Humala, fue un gobernante autista prisionero de Nadine y del círculo militar corrupto que compro armas secretas, satélites y, tenía planillas fantasmas en el VRAEM.
Ollanta, se va sin pena ni gloria, deja una región fragmentada alentada por los ex congresistas Walter Accha y Hernán La Torre, que soterradamente han promovido la construcción de la nueva región del VRAEM no como un acto de justicia, sino, por oportunismo político. Los analistas de las Fuerzas Armadas, señalan que con una nueva región se podrá derrotar al narcotráfico como en la selva nororiental y, desarrollar la agroindustria.
La inacción de los gobiernos regionales y sobre todo del nacional, además de la corrupción local, han forzado a las comunidades Machiguengas, Piro y Yani de Camisea , que a través de sus organizaciones promovieran la creación del distrito de Megantoni, pronto tendrán la renta del camisea las comunidades nativas. También, varios centros poblados se convertirán en distritos (Kepashiato, Kiteni, Yuveni, Palma Real, etc.) Luego Echarati, promoverá ser provincia y, La Convención aspira a ser capital de una nueva región (no olvidemos que el VRAEM está compuesto por 58 distritos a la deriva). Es un proceso de fragmentación acelerado. Las organizaciones sociales de La Convención, en una asamblea popular presidida por sus alcaldes han acordado formar una comisión para formar la nueva región. No quieren estar más bajo la administración cusqueña que tiene los vicios del centralismo limeño.
Esta es la crónica de un pueblo que percibe que solo el Consorcio Camisea se beneficia de la explotación del gas, por la incapacidad del Estado de solucionar los problemas de la población. No entienden porque siguen en la extrema pobreza, sin agua, sin salud, sin educación, sin crédito y asistencia agraria, sin igualdad de condiciones para enfrentarse a la vida.
El próximo gobierno hereda el conflicto por el gas, Los pueblos amazónicos y andinos del sur peruano esperan que PPK renegocie el contrato como prometió en Cusco, exigen que el gas sea el motor de desarrollo del macro sur y no una maldición. No caben promesas ni explicaciones tecnocráticas. El sur peruano tiene esperanzas, pero, no soportara más engaños. Los dirigentes dicen: “el que tenga oídos que escuche”. La sordera puede generar violencia.
Tino Santander Joo
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